Ducharse a diario, ¿es bueno o malo para la piel?
Hay muchos mitos y solo algunas verdades en torno a este hábito de higiene
¿Es bueno depilarse los pelos de la nariz y las orejas?
Ducharse es un hábito de higiene que muchas personas practican a diario, incluso hasta dos y tres veces al día, en ciertas épocas del año, como el verano. Otras, en cambio, aseguran ducharse solo de vez en cuando. El debate suele surgir siempre ... que algún famoso habla de su escasa higiene. Aston Kutcher, Jake Gyllenhaal o Leonardo DiCaprio son algunos de los que creen que no hace falta ducharse a diario. Lo cierto es que, según la dermatóloga Almudena Nuño, directora médica de IMDA (Instituto de Medicina y Dermatología Avanzada) y miembro de la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología), «no pasa nada por ducharse a diario, pero no es necesario aplicar jabón en todo el cuerpo, porque esto sí puede dañar la piel».
Cómo es la ducha perfecta para que la piel no sufra
La frecuencia de la ducha depende también de los hábitos de vida, la experta asegura que «alguien con una vida sedentaria, que sale poco, puede no ducharse a diario». Pero si a ti te gusta hacerlo no hay ningún problema, incluso si te duchas más de una vez al día, si vas al gimnasio, por ejemplo. La clave para no dañar la piel, el órgano más grande del cuerpo humano, es hacerlo correctamente. «Cuando enjabonamos toda la piel, retiramos la capa lipídica, que es importante para hidratarla y que pueda ejercer su función barrera. Además, el exceso de jabón también elimina la microbiota (las bacterias buenas, que tienen también su función). Por lo tanto un exceso de jabón sí puede dar lugar a alergias y enfermedades dermatológicas. Por eso lo recomendable es usar jabón solo en zonas donde hay bacterias, y por lo tanto, tienen peor olor, es decir, la zona íntima, las axilas y los pies. El resto del cuerpo, salvo que se haya sudado mucho, haya arena o suciedad, como barro, no hace falta enjabonarlo a diario. De igual modo, en verano, después de bañarse en la piscina, sí es necesario retirar el cloro, porque reseca mucho la piel, pero basta con hacerlo con el agua de la ducha», explica la doctora Almudena Nuño.
Otro punto de controversia es la temperatura del agua. Según la dermatóloga «lo ideal es usar agua tibia. El agua muy caliente elimina la grasa (igual que en la ropa), resecando la piel. El agua fría también está bien, en verano, por ejemplo, para acabar la ducha».
Qué gel elegir
La oferta de geles y jabones para la higiene del cuerpo es enorme, así que es normal que también surjan dudas a la hora de elegir este producto. Para que la piel no sufra, la doctora Nuño recomienda «usar un jabón que respete el pH de la piel. Ahora hay fórmulas Syndet, que no llevan detergente, que son las más recomendables para todos. En cualquier caso, siempre hay que evitar los jabones agresivos, y adaptar el producto al tipo de piel. Por ejemplo, para las más secas, se puede optar por un geles en aceite, más hidratantes».
¿Y cómo deberíamos aplicar el gel? ¿Con esponja, con la mano, con un guante? Almudena Nuño se muestra tajante: «a los dermatólogos no nos gustan las esponjas, preferimos el lavado con la mano. Si te duchas a diario, tu piel no está sucia, no hay que frotarla. El problema de las esponjas es que cuando las usamos se quedan húmedas, han tenido contacto con la piel, y pueden acumular bacterias, que sobrecrecen en un medio húmedo, favoreciendo las infecciones».
Después de la ducha, ¿hay que hidratar la piel?
Otra cuestión es la hidratación de la piel del cuerpo, un paso que muchos olvidan. La doctora Nuño señala que «las necesidades de hidratación varían en función de diversos aspectos como el tipo de piel (las más secas necesitan mayor hidratación), el ambiente en el que estemos (en un ambiente húmedo no es tan necesaria, pero en ambientos secos, por ejemplo con el frío extremo, también la piel se reseca mucho); y siempre es recomendable hidratar después de un día de sol, arena, y mar, porque todos estos factores deshidratan la piel». Respecto a cuál es la mejor crema hidratante , la experta lo tiene claro «la que te pones, porque te resulta agradable. Las que más hidratan son las cremas grasas, pero si eso es un impedimento para usarla es mejor optar por una loción, una espuma, un spray… hay formatos cada vez más prácticos para todos los gustos».
La ducha para las personas con piel atópica
Si tu piel es atópica, también puedes ducharte a diario, sin problema. «Durante mucho tiempo se pensaba que era mejor no lavar la piel atópica a menudo para no dañarla, pero ahora se sabe que no es así. En estas pieles se da la peculiaridad de que se ha perdido la biodiversidad de bacterias, ya que hay un sobrecimiento de una bacteria mala. Con los lavados se puede mantener mejor ese equilibrio», asegura la dermatóloga. La clave, es elegir productos específicos para estas pieles e hidratar después, además de usar tratamientos específicos siempre que haya un brote.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete