Sánchez vende una reducción de horas de clase que ya existe en casi toda España: «Es electoralista»

La bajada de las ratios es otra de sus medidas estrella, aunque sea ya un efecto natural de la crisis de natalidad

El Gobierno anuncia la reducción de las horas de clase de los profesores y las ratios para neutralizar la huelga

Sánchez anunció ayer a bombo y platillo que impulsará una ley que, entre otras cosas, reducirá la jornada lectiva de los maestros para que las horas de clase sean en Primaria de 23, y de 18 horas en Secundaria y Bachillerato. En nuestro país, ... la jornada laboral docente suele ser de 37,5 horas semanales, de las cuales hay un número específico de horas lectivas y el resto se dedica a labores no lectivas como reuniones, tutorías y preparación de clases. En casi todas las autonomías –excepto en Madrid, Castilla-La Mancha y Galicia– los gobiernos regionales habrían logrado por su cuenta que bajaran a 18 horas en Secundaria y 23 en Infantil y Primaria. Es decir, el gran anuncio de Sánchez no supondrá en la práctica grandes cambios en la mayoría de autonomías, más allá del 'blindaje' legal.

La comunidad de Galicia, en cualquier caso, precisó ayer que en las aulas de Primaria el horario del profesorado es ya de 23 horas, y que el paso de 20 a 18 horas en Secundaria está también previsto. «Una vez más, el Ejecutivo llega tarde», señalaron. No fue la única autonomía del PP que reaccionó ayer a la intervención del presidente. La consejera de Aragón, Tomasa Hernández, por ejemplo, tachó de «electoralistas» las medidas, puesto que en esa comunidad se habrían reducido incluso más las horas lectivas a los profesores aragoneses. Llama la atención que la propia ministra de Educación, que también es secretaria general del PSOE aragonés, desconozca la realidad de los centros de su propia comunidad.

La educación concertada también se ha mostrado escéptica con la noticia, pues creen que lo que intentó ayer el líder del PSOE es calmar la amenaza de huelga de unos sindicatos enfadados, como consecuencia de las «promesas incumplidas por una ministra que no ha hecho nada por los docentes de la pública, y mucho menos de la concertada». Desde Escuelas Católicas, que representa a la mayoría de la concertada en nuestro país, también inciden en que por ley no se puede alterar la negociación colectiva y la jornada laboral, que está en el convenio colectivo de esta modalidad de enseñanza. «Los reducciones de jornada lectiva del profesorado de la concertada que existen en algunas comunidades han sido fruto de acuerdos entre la patronal, los sindicatos y las consejerías de Educación». La medida que vendió ayer el presidente del Gobierno no sería ninguna novedad, puesto que es una realidad que ya existe en casi toda España.

En cuanto a las ratios, ocurre tres cuartos de lo mismo. El máximo de alumnos por docente está limitado por ley a 25 en Infantil y en Primaria, a 30 en Secundaria y a 35 en Bachillerato. Según ha podido comprobar este diario, varias comunidades autónomas habrían logrado bajadas en este número de alumnos por profesor, que se habría reducido en muchas aulas como consecuencia del descenso de la natalidad.

Otra prueba más que refuerza la idea de que, en realidad, que perseguía ayer el Ejecutivo era calmar a los sindicatos y neutralizar la huelga con la que estos habían amenazado. Fue Pilar Alegría la que, nada más llegar Sánchez al poder, dijo que esta sería «la legislatura del profesorado». Pero las reuniones con los sindicatos se fueron posponiendo desde entonces, generando malestar entre el cuerpo docente. De hecho, las principales agrupaciones sindicales habían amenazado con ir a la huelga si el Gobierno no cumplía con una de sus primeras promesas electorales. Aunque aún no conocen el borrador, ni antes del anuncio «les había llegado nada».

De momento, se muestran prudentes respecto al anuncio del Ministerio de Educación, ya que se reunirán con Pilar Alegría el martes de la semana que viene. Pero desde el sindicato Csif, ya han querido anticipar que esperan que «el anuncio del presidente no se quede en otra promesa vacía».

Gesto de propaganda

El líder socialista, que fue abucheado en su visita por un grupo de ciudadanos, aprovechó su intervención para sacar pecho de todas las medidas educativas aprobadas desde hace 7 años, desde la Losu (Ley del Sistema Universitario) hasta la apuesta por la FP (Formación Profesional). La semana pasada, el presidente había promocionado un plan de formación ante emergencias, algo así como una clase de catástrofes en la que los alumnos, decía Educación en su nota, «aprenderán que ante el riesgo de riadas hay que buscar altura, o que, si tiembla la tierra, hay que protegerse bajo el pupitre». Lo que no hizo Sánchez ni esta semana ni la pasada, en sus anuncios educativos, fue referirse a los últimos informes publicados por la OCDE, que no dejan a nuestro país en buen lugar en lo que atañe al nivel académico, especialmente en la asignatura de Matemáticas o la comprensión lectora.

Tampoco ayer el presidente mencionó el 'acceso a la profesión docente'. El curso pasado, los maestros volvieron a clase con la esperanza de que, por fin, vería la luz una reforma que actualizaría los contenidos del grado en Educación (la antigua carrera de Magisterio). Hay que recordar que esta modernización de los contenidos del plan universitario para ser maestro lleva pendiente desde 2007.

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