La ministra de Universidades defiende a los estudiantes que se manifiestan a favor de Palestina e ignora los episodios violentos

Asimismo, como responsable de las políticas universitarias, ha remarcado que los estudiantes tienen «derecho» a manifestarse y que los campus «no sólo son un espacio de formación académica sino también de pensamiento crítico», a pesar de que han tenido actitudes violentas y amenazantes.

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Toni Jiménez

De hecho, un grupo de estudiantes tomó el viernes pasado la Facultad de Filosofía de la Universidad de Valencia, asegurando que no daría «ni un paso atrás» en su causa. Como informó ABC, la decana de la facultad planteó llamar a la Policía si no abandonaban el vestíbulo, algo que finalmente no ocurrió. «Las instituciones no nos han escuchado», aseveran, por lo que «no queda otra opción». Tras esto, la ministra Morant sale en defensa de los estudiantes.

A pesar de las protestas, la realidad es que la Universidad de Valencia no mantiene convenios de colaboración con centros de Israel e incluso ha pedido «un alto al fuego, el fin de las violaciones de Derechos Humanos y una respuesta permanente al conflicto israelí-palestino». Por otro lado, los estudiantes pretenden desmentir esto y aseguran que el centro sí tiene esos convenios.

Todo esto nace tras la atroz agresión del grupo terrorista palestino Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre, al que Netanyahu ha respondido con ataques en Gaza y otras poblaciones palestinas.

La mayor parte de la comunidad internacional ha apoyado a Israel o se ha mantenido prudentemente distante, pero España se ha inclinado por defender que Palestina sea reconocido como estado, provocando que los terroristas de Hamás aplaudieran a Sánches por su «postura clara y audaz».