Jamones, joyas, móviles, sábanas... Más de 70 detenidos por saqueos en Valencia tras la DANA

Mientras las Fuerzas Armadas, las de Seguridad, Protección Civil y miles de voluntarios trabajan sin descanso, algunos indeseables intentan aprovecharse de la tragedia. Aunque repugna sólo pensarlo, tanto la Guardia Civil y la Policía Nacional saben muy bien que estos episodios son habituales en este tipo de desgracias y desde el primer momento diseñaron un dispositivo conjunto para tratar de impedir estos actos de pillaje. Los centros comerciales eran uno de los 'puntos calientes' ya que aunque quedaron aislados por la riada los delincuentes se las ingenian para llegar hasta ellos. Una vez allí pueden actuar con absoluta impunidad ya que en esas primeras horas tras la tragedia ni siquiera había vigilantes de seguridad que pudieran hacerles frente.

Algunos de los ladrones llevaban palos y amenazaron a los vecinos y vigilantes que los increparon. Las patrullas de la Policía Nacional y la Guardia Civil intervinieron con contundencia en varios de estos sucesos. Algunos de los detenidos fueron trasladados a la Inspección Central de Guardia en el complejo de Zapadores, porque los calabozos de la comisaría de Xirivella también se inundaron.

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La principal dificultad para las Fuerzas de Seguridad en este caso es que la zona afectada es muy amplia, que los desplazamientos son muy complicados y que la mayor parte de los recursos, como es lógico, se dedican a salvar vidas y a ayudar a los damnificados. Aun así, en el dispositivo conjunto -la coordinación entre la Policía Nacional, la Guardia Civil y las policías locales ha sido máxima desde el primer momento-, ya se puso en marcha una estrategia para actuar de inmediato si se detectaban los saqueos. Los agentes reforzaron la vigilancia en Aldaia y patrullaron también con intensidad por calles de Paiporta, Alfafar y Picanya, entre otras poblaciones, para impedir los robos.

Sólo la Policía Nacional había detenido hasta primeras horas de la tarde de ayer a 39 individuos, la mayor parte de ellos en las inmediaciones de esos centros comerciales. En uno llamado Bonaire y situado en las afueras de Aldaia fue saqueada hasta una joyería, lo que demuestra que los autores no habían actuado por necesitar agua o alimentos. También una farmacia, una óptica y supermercados de Paiporta fueron arrasados por estos sujetos y tardarán unos días hasta que puedan volver a estar en funcionamiento. Por su parte, la Guardia Civil arrestó a otros 21 sujetos en circunstancias similares a las ya descritas.

Las viviendas abandonadas por sus propietarios también son objeto de la actuación de estos grupos, que buscan dentro cualquier objeto de valor susceptible de ser vendido después. Televisiones, ordenadores, alguna alhaja, dinero y hasta sábanas, de un valor escaso, son las cosas que más buscan los criminales, que en algunos casos actúan dentro de bandas organizadas y no como simples chorizos en busca de un botín fácil.

Según testimonios recogidos por ABC, también se producen robos en algunos de los miles de vehículos que tuvieron que ser abandonados por sus propietarios de forma precipitada. «Se ha visto a gente cargar en una furgoneta sillas de bebé y todo tipo de objetos que quedaron en los automóviles destrozados. Es repugnante que puede suceder algo así», explica este testigo, que prefiere mantener el anonimato.

La totalidad de agentes de la Comandancia de la Guardia Civil y la Jefatura Superior de Policía de la Comunidad Valenciana están movilizados, pero la magnitud de la tragedia impedía, incluso ayer, llegar a todos los lugares afectados por la DANA, lo que en la práctica les convertía en 'zonas sin ley'. En esos puntos también se producían saqueos que iban mucho más allá de lo que pudiera ser la desesperación por no tener agua ni alimentos.

Según fuentes policiales consultadas por ABC, el dispositivo para evitar los saqueos no sólo se va a mantener, sino que se va a potenciar en la medida de lo posible, porque este tipo de actos provocan una enorme indignación entre una población muy castigada, que ya empieza a dar señales de hartazgo ante la enorme tragedia que se le ha venido encima.

La Fiscalía, consciente de la indignación que provocan estos hechos, está decidida a actuar con contundencia y ha anunciado que pedirá en todos los casos la prisión provisional de los implicados. Cuatro de ellos, los que desvalijaron la joyería del centro comercial Bonaire, ya están entre rejas.

Mientras, los expertos en identificaciones de la Comisaría General de Policía Científica se encuentran ya en Valencia para agilizar el penoso proceso de poner nombre y apellido a cada cuerpo y facilitar de esta forma que sus familiares puedan empezar a cerrar el duelo. No obstante, es un trabajo que llevará tiempo, porque en no pocas ocasiones serán necesarias pruebas de ADN.