Ecologistas tiñen de negro el agua de la Fontana di Trevi en Roma
Militantes de la organización ecologista Última Generación se metieron en la famosa fuente y vertieron en el agua un líquido a base de carbón vegetal, antes de que fueran desalojados por la policía
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Iniciar sesiónEs el enésimo acto vandálico de ambientalistas contra el patrimonio artístico. Este domingo volvió a tocarle el turno a la Fontana di Trevi, en el centro histórico de Roma. Nueve activistas del grupo 'Última Generación' arrojaron un líquido negro, carbón vegetal. Sumergidos en ... el agua ennegrecida, desplegaron una pancarta en la que se leía: «No paguemos por los fósiles». Al mismo tiempo, los jóvenes activistas gritaron: «Nuestro país se muere», en referencia a la devastación ocurrida por lluvias torrenciales en Emilia Romaña. Los romanos y numerosos turistas reaccionaron con indignación al asalto de los jóvenes ecologistas, que fueron abucheados e insultados. Con la intervención de la policía municipal concluyó el acto vandálico de los ambientalistas.
En el perfil de Instagram del grupo «Ultima Generación» se lee: «La ciencia lleva décadas diciéndonos que los combustibles fósiles están entre las principales causas del cambio climático al que nos dirigimos. El gobierno italiano sigue invirtiendo en él el dinero de los ciudadanos». Estas frases se acompañan de las imágenes de su protesta en la Fontana de Trevi.
El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, expresó su condena y rechazo de la acción de los jóvenes ecologistas con este tuit: «Basta de estos ataques absurdos a nuestro patrimonio artístico. Hoy la Fontana de Trevi está desfigurada. Es caro y complejo de restaurar, esperando que no haya daños permanentes. Invito a los activistas a competir en un terreno de discusión, sin poner en riesgo los monumentos». El regidor acudió a la Fontana de Trevi para agradecer su labor a la policía y al servicio de restauración.
Italia planta cara a los activistas climáticos: multas de entre 10.000 y 60.000 euros por vandalizar bienes culturales
Ángel Gómez FuentesLos ingresos serán donados al Ministerio de Cultura, para que se utilicen principalmente en la restauración de los bienes dañados
La rápida intervención de la policía local permitió que los activistas de »Última generación» solo pudieron verter dos de las muchas latas del líquido con carbón que llevaban. Según la primera estimación, parece que no se producirá un daño permanente. Pero según el alcalde será una intervención delicada: «Costará mucho tiempo, esfuerzo e incluso agua. Vaciaremos la fuente con sus 300.000 litros de agua. Mucha gente -prosiguió el alcalde- tendrá que trabajar para sacar el líquido negro y asegurarse de que no hay daño permanente, lo que siempre es un riesgo y un estrés para un monumento. Además, obligan a las administraciones públicas, en este caso a Roma, a realizar obras de restauración, siempre muy costosas y con un importante impacto ambiental», explicó el regidor.
Para evitar la proliferación de estos actos vandálicos, el Consejo de Ministros aprobó en abril un proyecto de ley en el que se especifica que «además de las sanciones penales previstas, se le impondrá una multa administrativa de entre 20.000 y 60.000 euros, a quien destruya, disperse, deteriore o inutilice, total o parcialmente, patrimonio cultural o paisajístico». En el proyecto de ley también se prevén multas para otros supuestos menores, distintos a los anteriormente citados: «A quien desfigure, manche o destine bienes culturales a un uso perjudicial o incompatible con su carácter histórico o artístico, la multa será de 10.000 a 40.000 euros. Los ingresos -añadido el texto del Gobierno- serán donados al Ministerio de Cultura, para que se utilicen principalmente en la restauración de los bienes dañados».
La lista de los episodios vandálicos contra bienes culturales es ya muy larga. Cabe destacar entre ellos, porque tuvo gran repercusión nacional, la pintura naranja (lavable) arrojada a las paredes del palacio Vecchio de Florencia, el pasado 17 de marzo, y antes (2 de enero) se echó pintura roja a la fachada y puerta principal del Palacio Madama de Roma, sede del Senado. El presidente de esta Cámara, Ignazio La Russa, que presentó una denuncia contra los activistas que arrojaron la pintura al Senado, ha declarado que está dispuesto a retirar la denuncia, condición de que viajen a Emilia-Romaña para contribuir a las tareas de limpieza del lodo tras las inundaciones que ha sufrido la región: «Les hago una propuesta: vayan a Emilia-Romaña por lo menos una semana como voluntarios y certifiquen su trabajo activo para quitar lodo y ayudar a eliminar los daños causados por la inundación. Me encargaré entonces de tratar de convencer al Senado para que retire la acción civil en vuestra contra, tras haber dado pruebas de un deseo concreto de hacer algo por el medio ambiente», dijo el presidente del Senado La Russa.
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