¿Quiénes son y qué piden 'Última Generación', los activistas que han tirado puré a un cuadro de Monet?

Se definen como la primera generación de la historia del mundo que están sufriendo las consecuencias del cambio climático, y de igual manera la última que puede frenar sus consecuencias. En el manifiesto que tienen en su página web, afirman que están dispuestos a aceptar «altas multas, cargos criminales y privación de libertad sin desanimarnos».

En el vídeo que han compartido del momento del ataque resumen de manera muy sucinta su propósito: «Si se necesita puré de patata o sopa de tomate sobre una pintura para recordar que los combustibles fósiles nos están matando, ¡os daremos puré de patatas sobre una pintura!».

Esta no es la primera acción de protesta pública de 'Última Generación', que no solo centran sus iras contra el arte. Recientemente, uno de sus miembros se ató a una portería durante un partido de la Bundesliga, lo que provocó que el capitán del Bayern de Múnich, Thomas Muller, fuera a intentar echarle.

En los últimos meses han aumentado su actividad pública. El año pasado, realizaron una huelga de hambre frente al Reichstag en Berlín para protestar por la falta de acción política y a principios de este año, se pegaron a algunas de las autopistas más transitadas de Alemania.

Entre sus peticiones estrella, uno se refiere a los límites de velocidad. Según ellos, uno de los grandes problemas de contaminación que hay en Alemania es la existencia de carreteras sin límites de velocidad, como la popular AutoBahn. Por eso, han realizado diversas sentadas y protestas ante el Ministerio de Transportes, bloqueos de calles en Berlín o de la Estación Central en plena hora punta. En todas ellas, un mismo lema: que el máximo sean 100 km/h.

A este respecto, aseguran que con esta medida se ahorrarían hasta 5,4 millones de toneladas de CO₂ al año. También piden un billete permanente de tren a un coste de 9 euros.

De igual manera, consideran que el objetivo de limitar el aumento la temperatura global en 1,5º es un reto fracasado, por lo que piden al Fondo Monetario Internacional que condonen la deuda a los países del hemisferio sur, porque aseguran que «alimenta la extracción continua de combustibles fósiles».