¿Deberían los abuelos en España cobrar un sueldo por cuidar de sus nietos? Del síndrome del abuelo esclavo a una 'segunda paternidad'

El país nórdico no es nuevo en este tipo de pasos, tiene una de las licencias por paternidad más amplias, y concede 480 días de permiso con sueldo por hijo que se reparten entre los progenitores. Y con esta nueva ley, Richard Petts, profesor de Sociología de Ball State University y experto en permisos parentales comentaba a 'The New York Times' que es muy probable que mejore el equilibrio entre la vida laboral y familiar en el país. Viendo su implantación se abre el debate si una iniciativa semejante podría ser aplicable en España, es decir ¿deberían los abuelos cobrar un sueldo por cuidar de sus nietos?

El abuelo canguro, el síndrome del abuelo esclavo o una 'segunda paternidad' son los términos que empiezan a salir cuando se toca este tema. Algunos hablan de los beneficios para los abuelos porque les ayuda a combatir la soledad. Mientras que otros sacan a relucir que a veces los hijos dan por sentado que los padres serán los cuidadores de los nietos en su ausencia y que lo harán sin más reconocimiento que el agradecimiento. Destacan que hay una diferencia entre un cuidado puntual y convertirse en la cuidadora permanente. También están los que opinan que este cuidado es algo natural en las familias que no debería monetizarse.

Lo cierto es que es un tema con diversos puntos de vista, pero en cifras significa, según destacaba la Sociedad española de Geriatría y Gerontología, que «los abuelos españoles dedican una media de seis horas diarias al cuidado de sus nietos y supone, en ocasiones, más tiempo del que les dedican los padres a sus hijos».

El informe 'Sin madres no hay futuro' revela que la conciliación en España la sostienen los abuelos que cargan con un cuidado que no les corresponde. Según los datos recabados, 7 de cada 10 mujeres recurre a los abuelos cuando ella o su pareja no pueden recogerlos del colegio, cuidarlos cuando están enfermos o estar con ellos en los días no lectivos.

Iñaki Ortega, consejero asesor del Centro de Investigación Ageingnomics de la Fundación Mapfre, experto en economía sénior y director general en Llorente y Cuenca, en Madrid, nos explica que el trabajo no remunerado es algo muy habitual en las sociedades actuales vinculado a las personas de más edad. De hecho, matiza que nunca ha quedado muy claro qué aportación económica tiene para los estados. «Pero sí sabemos que muchos países no podrían funcionar sin esa ayuda que proporcionan los mayores», afirma.

Una aportación que se ha acelerado, por diversos motivos, Ortega menciona que los mayores tienen mejor salud. A lo que se añade la precariedad laboral, la falta de guarderías públicas, las limitaciones del cheque guardería o de los recursos económicos de las familias, así como la incorporación de la mujer al trabajo. Todos estos factores pueden provocar que los progenitores tengan dificultades para conciliar la vida laboral y familiar, es entonces cuando la abuela se convierte en una pieza clave en la crianza del niño.

Además, Ortega apunta que la cultura mediterránea te lleva más a lo familiar y a esos cuidados no remunerados. En esta parte del mundo se mantiene el vínculo familiar y eso hace que de manera natural cuides a tus nietos. Y es precisamente ese término, natural, lo que hace difícil que se aborde su remuneración, aunque suponga el esfuerzo y la inversión de tiempo personal de un abuelo.

No obstante, el doctor José Antonio López Trigo destacaba para la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología que, en algunos casos, las abuelas y abuelos tienen la sensación de realizar una jornada laboral a tiempo completo. Basta con unas sencillas matemáticas para ver que esas seis horas en cinco días equivalen a una jornada de trabajo de 30 horas.

Desde un punto de vista positivo, Ortega señala que cumplir una edad no es incompatible con tener unas buenas condiciones para alargar tu vida laboral. «No obstante, el mercado no lo entiende así. Nuestras normas son muy edadistas y discriminan por edad. Y en países como en España, a partir de los 50 años es muy difícil encontrar trabajo, pero medidas como la de Suecia permiten que las personas mayores no sólo tengan ingresos, sino también que se sientan útiles y reciban un dinero por su trabajo. Y esto demuestra que los suecos entienden mucho mejor que los mayores pueden seguir trabajando, y no solo eso, sino que también que lo tienen que hacer en las mejores condiciones posibles. Al tiempo que consiguen favorecer de forma efectiva la conciliación», apunta Ortega.

Si algo semejante se implantara en España, Ortega considera que tendría un impacto brutal y permitiría aflorar ese trabajo no remunerado y la aportación real que hacen los mayores a la economía. «Se demostraría que sin los séniors no podría mantenerse la actividad de muchas compañías, porque son ellos los que permiten que los hijos puedan trabajar. Pero las normas en España no facilitan lo que se llama la jubilación activa, que puedas cobrar pensión y además seguir trabajando si así lo deseas». Y sería de ayuda para los abuelos que tienen una pensión baja. Pero habría que modificar bastantes normas vinculadas a la Seguridad Social para poder hacerlo.

En ese sentido, Ortega señala que «aquí permanece una cultura de que los mayores lo que tienen que hacer es descansar, lo cual es legítimo si así lo desean. Pero en Alemania o Noruega, hay una cultura que considera que es muy razonable que puedan querer seguir trabajando. Ese es el mayor estigma a superar. Y está demostrado que cuando tú sigues trabajando te sientes valorado y eso genera un impacto positivo en tu salud».

Benjamí Anglès, profesor de los Estudios de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Oberta De Catalunya, señalaba en un escrito de esta universidad que sería de justicia establecer algún tipo de ayuda o incentivo para esta tarea. «El servicio que prestan los abuelos es totalmente gratuito y altruista, por lo que ofrecer incentivos vía ayudas económicas o desgravaciones fiscales no solo ayudaría a dignificar el servicio que prestan, sino que además reconocería un trabajo que debería ser realizado por profesionales de forma retribuida», indica.

En especial porque como muestra el estudio 'Preocupaciones y retos de la crianza actual en España', elaborado por Kantar en colaboración con el centro La Granja, en 6 de cada 10 familias los abuelos son quienes más apoyo brindan a los padres.

Anglès matiza que para tener una medida como la de Suecia, el problema no es la ley, sino los recursos disponibles para hacer frente al pago de estas ayudas. Y «eso dependerá del compromiso político de los gobernantes y de la reivindicación de los ciudadanos para que se destine parte de sus impuestos a cubrir estas necesidades», apunta.

El problema surge cuando la abuela sabiendo que su ayuda es imprescindible para su familia, empieza a sentirlo como una obligación. Es la abuela para todo que está sobrecargada de trabajo. No ha sabido decir no y no ha puesto límites. Esto puede provocarle ansiedad, insomnio, hipertensión, artrosis, estrés, entre otros efectos. Se sienten culpables por negarse a cuidar de sus nietos y no poder decir en alto lo que realmente quiere.

Manuel Sánchez Pérez, presidente de la Sociedad Española de Psicogeriatría, cuando habla del abuelo esclavo llegó a mencionar a la BBC que en este cuidado de los nietos, «la proporción de abuelos que hacen esto voluntariamente o porque lo deciden ellos, es muy pequeña. Solo 1 de cada 9 de los que lo hacen con esta intensidad lo hace por gusto, por decisión propia».

En esa tónica un caso que llegó a tener eco mediático fue el de una abuela australiana que le pedía un sueldo a su hija de 10 euros la hora por cuidar de su nieto. Explicó al 'New Zealand Herald' que tenía que renunciar al trabajo que hacía en casa y a los ingresos que le aportaba.

Presentó su caso en la red social Reddit. «Mi hija tiene 29 años, tiene un hijo de un año y volverá pronto al trabajo…Trabaja cinco días a la semana, 7-8 horas desde las 7,30 hasta las 15, y me ha preguntado si estaría dispuesta a cuidar del niño dos o tres días a la semana…Mi hija entendió mi necesidad por cobrar, pero me ha criticado por pedir tanto y quiere bajarlo a 8 euros porque dice que no puede permitírselo, aunque ella cobra 18 euros la hora por su trabajo», expone.

Sin embargo, fue duramente criticada por su falta de empatía, aunque ella se defendía diciendo: «No soy una guardería, tengo mi propia vida, trabajo para mí misma y creo que ella debería entender que estaría renunciando a mi tiempo cuando trabajo desde casa, y, si voy a renunciar a ese tiempo, entonces necesito dinero para reemplazar ese tiempo que estoy renunciando a mi trabajo». Una mayoría concordaba en que estaba pidiendo un sueldo alto para ser una persona sin una titulación en el cuidado de niños.

Volviendo a España, las cifras de Eurostat indican que un 35% de las personas de 65 o más años cuida de sus nietos varios días a la semana, 12 puntos más que la media europea. De hecho, en Suecia el cuidado intensivo de los nietos por parte de los abuelos no supera el 2%, mientras que en nuestro país se sitúa en el 17%. Y pese a todas estos enfoques la pregunta sigue sigue sobre la mesa: crees que los abuelos en España deberían cobrar un sueldo por cuidar de sus nietos.