Cuenta atrás para que Ciudad de México se quede sin agua
Los expertos vaticinan que en cuatro meses podría haber un racionamiento hídrico para toda la población por la extrema sequía
Cientos de miles de personas viven con cortes intermitentes de suministro o sin acceso al servicio básico
La sequía azota a Oaxaca, estado del sur de México y uno de los más pobres del país
Corresponsal en Ciudad de México
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Iniciar sesiónSi bien la falta de agua ha sido una problemática recurrente en Ciudad de México desde hace años, a comienzos de 2024 el tema terminó por escalar en la agenda mediática ya que dejó de ser un fenómeno de la periferia para asentarse ... en las zonas céntricas y de clase media de esta capital de 22 millones de habitantes.
El ascenso de las temperaturas, la escasez de lluvias, y una deficiente planificación —por parte de las autoridades— para captar agua y administrarla han conducido a que en la actualidad cientos de miles de personas que residen en Ciudad de México ya se hayan acostumbrado a vivir con cortes intermitentes de agua o directamente sin acceso a un servicio básico. Según datos oficiales, 386 barrios de la capital están bajo esta dinámica. Hace 20 años eran solo 50.
El último episodio tuvo lugar en la delegación Benito Juárez, que abarca barrios de clase media y clase media alta, en cuyos domicilios el agua comenzó a salir de la llave con un color oscuro y en ciertos casos con olor a combustible. Un drama que el gobierno capitalino no ha logrado explicar, aunque asegura trabajar en ello. Las especulaciones hablan de la ruptura de un conducto de combustible que habría contaminado al agua. Sea como fuere, la consecuencia fue que los vecinos cortaron durante varios días, a diferentes horas, la Avenida Insurgentes, una de las principales arterias de la ciudad.
La falta de agua ya está instalada en la conversación cotidiana de los 'chilangos' -como se denomina a los habitantes de la ciudad-, y comienza a crecer el temor de que se avecine un escenario de 'día cero', que es cuando el agua debe ser racionada para el total de la población. Diversos expertos creen que ese día podría llegar en cuatro meses.
Según ha explicado la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la falta de lluvias hizo que el sistema de presas Lerma-Cutzamala, uno de los que abastecen de agua a Ciudad de México y su zona metropolitana, no pudiera almacenar el agua necesaria y esté en la actualidad a solo el 37% de su capacidad. La casa de estudios precisa además que por el cambio climático las precipitaciones en México se han reducido, a nivel país, en un 40%.
De acuerdo con cifras de la Conagua (Comisión Nacional del Agua) entre 1996 y 2021 el suministro diario de agua por habitante se ha reducido casi a la mitad. Pasó de 570,5 litros a 308 litros diarios por habitante. En enero de este año la autoridad informó de que el 60% del país se encontraba en una situación de sequía.
Abastecimiento de pozos profundos
El presidente de la asociación civil Consejo Consultivo del Agua, Raúl Rodríguez Márquez, ha informado de que el problema del Valle de México se deriva de que el 36% de la población depende del Cutzamala y el 13% del Sistema Lerma, ambos afectados por la falta de lluvias. El otro 50% de abastecimiento procede de pozos profundos, afectados por la sobreexplotación que, a su vez, provocan hundimientos causantes de la ruptura de tuberías.
Desde que comenzó el año 2024, en Ciudad de México solo ha llovido dos días. La ausencia de precipitaciones sumadas al calor anómalo para esta capital alimenta la tesis de un inminente desabastecimiento. El coordinador de la Red de Investigación en Agua de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Roberto Constantino Toto, ha explicado que el 'Día Cero' es un término que nació en 2018 debido a la sequía en la Ciudad del Cabo, Sudáfrica, considerada la peor del siglo.
«Si hubiera que referirse a una hora cero en un inmediato, sería a la hora cero del Sistema Cutzamala. No es un asunto menor, desde luego, pero es un asunto que no le da la misma dimensión que en el caso sudafricano», ha explicado el académico que señala que el caso mexicano todavía no ha llegado a la gravedad del país africano porque el sistema Cutzamala solo representa un cuarto del abastecimiento de agua de la ciudad.
La UNAM ha indicado que el problema de la cuenca de Ciudad de México nunca fue la falta de agua, sino la abundancia, las inundaciones, lo cual desarrolló una cultura de la gestión del agua por parte de las autoridades políticas que secara todo aquello que implicaba un riesgo de inundación: los ríos, el agua de los lagos y el agua de las lluvias.
Poca inversión en sistemas hidráulicos
Esa dirección tomó forma en las políticas de asfaltado y recarpeteo de las calles, poca inversión en sistemas hidráulicos y en la aprobación de desarrollos urbanísticos que nunca fueron sustentables en términos de acceso al agua. Y es que en México es muy frecuente que las empresas que brindan estos servicios del espacio urbano sean aportantes de campañas electorales de alcaldes y diputados.
La objeción a la autoridad cobra todavía más sentido si se considera que la sequía es un problema histórico para México. En los años 30 la falta de agua en la capital generó revueltas sociales y el gobierno de entonces tardó diez años en construir un acueducto para garantizar el abastecimiento de líquido a la población.
A lo largo de la historia diversos presidentes mexicanos mencionaron que el hecho de ser un país mayoritariamente seco era un desafío para el desarrollo de su población. Miguel de la Madrid, presidente entre 1982 y 1988, decía en sus discursos que, sin una planificación hídrica, «la movilidad social ascendente era imposible».
Una crisis similar a la de México se da en Colombia. En el país sudamericano la situación ha llegado al límite de que el gobierno ha decretado que los viernes no se trabaje en oficinas públicas en Bogotá para ahorrar energía. La prolongada sequía asociada al fenómeno de El Niño y los récords de calor que ha registrado el país en lo que va de año tienen en alerta a los embalses de la capital, cuyo nivel se encuentra actualmente en el 28%.
La sequía se inició a finales del año pasado y se ha prolongado durante buena parte de abril, uno de los meses más lluviosos del año en este país tropical. El gobierno advirtió de que si las precipitaciones no llegan pronto será necesario hacer un racionamiento de energía a nivel nacional. Dos tercios de la energía eléctrica que surte a Colombia procede de hidroeléctricas.
Hace una semana Colombia anunció que había suspendido la exportación de energía a Ecuador debido a la crisis, lo que obligó a Quito a decretar apagones de hasta 13 horas en algunas partes del país.
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