El Congreso aprueba la ley de bienestar animal

Los meses de tramitación de la ley solo han acrecentado el malestar respecto a una norma que finalmente no gusta ni a los grupos parlamentarios que apoyan al Gobierno. El diputado Joan Capdevila, de ERC, ha asegurado este jueves que la ley y la reforma del Código Penal han conseguido algo «paradójico»: «Quien maltrata seguirá haciéndolo, y quien no lo hace, debe cumplir más burocracia». Ana Oramas, de Coalición Canarias, ha avanzado que las islas están preparando un «plan de emergencia» para intentar proteger a las especies endémicas en las que impactará directamente el blindaje de los gatos asilvestrados. Inés Sabanés, de Más Madrid Equo, ha concluido que la ley es «una gran decepción».

Nadie ha quedado contento. La ley busca lograr el «sacrificio cero», limitando la eutanasia de mascotas, y fija nuevas condiciones para cuidar y mantener a los animales, pero también creará efectos indeseados, según han advertido diferentes diputados, como Milagros Marcos, del PP. Entre las consecuencias que ha enumerado la diputada se encuentra la imposibilidad de matar a un animal ni aunque tenga una enfermedad transmisible a los humanos, o la posibilidad de ser multado por matar a una rata. El diputado del PNV, Joseba Agirretxea, ha calificado la ley de «chapuza»; y el de Ciudadanos, Guillermo Díaz, ha argumentado que es una ley que «no se puede cumplir» y que los miembros de PSOE y Podemos «no saben lo que están votando».

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I. M.

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«Hay muchas formas de boicotear el debate democrático y en el debate de esta ley hemos visto muchas», ha dicho Juan López de Uralde, de Unidas Podemos. Ha sido «una tramitación llena de ruido», ha asegurado Begoña Nasarre, del PSOE. Ambos diputados han centrado sus intervenciones en desmentir los «bulos» de lo que supondrá la reforma del Código Penal y la nueva ley. Según sus intervenciones, ni se despenaliza la zoofilia, ni impide el control de plagas, ni supondrá cárcel o multa para aquellos que maten una rata, ni se prohibirán mascotas como loros.

La ley finalmente no incluye a los perros de caza, de pastoreo ni a las rehalas tras la enmienda del PSOE que generó una crisis entre los dos socios de Gobierno. Pero más allá de este punto, la ley ha sufrido cambios hasta el último momento. En la votación de enmiendas de este jueves, el Congreso ha decidido mantener la esterilización obligatoria de todos los gatos antes de los seis meses y, como no se deroga la normativa sobre Perros Potencialmente Peligrosos como se preveía inicialmente, tampoco será necesario hacer un test de sociabilidad de todos los perros.

Además, no se podrá dejar sin supervisión a los animales de compañía durante más de tres días consecutivos que, en el caso de los perros, no podrá superar las veinticuatro horas consecutivas. Se creará un listado de especies permitidas, se acota la eutanasia a casos muy específicos, será obligatorio esterilizar a los gatos y la venta de perros, gatos y hurones solo podrá realizarse directamente desde la persona criadora.