La esterilización animal debe ser valorada por un profesional

Según recoge la veterinaria Paz Belinchón de Santévet (www.santevet.es), la esterilización es una intervención quirúrgica que conduce a evitar la fertilidad sin extirpación de las gónadas (ovarios en hembras y testículos en machos) por lo que la actividad sexual seguirá estando presente. En machos, la esterilización se realiza por medio de la vasectomía que consiste en la ligadura de los conductos deferentes con lo que se impide la llegada de los espermatozoides a la uretra y el pene. En el caso de las hembras, la esterilización se lleva a cabo por una histerectomía con la extirpación del útero y los cuernos uterinos.

Por otra parte esta la castración. Se trata de una intervención quirúrgica que consigue como resultado la infertilidad con la extirpación de las glándulas sexuales. En el caso de las hembras se realiza una ovariohisterectomia o lo que es lo mismo la eliminación de ovarios, útero y cuernos uterinos. En los machos la castración se lleva a cabo con la orquiectomia o extirpación de los testículos.

El momento en el que se debe de realizar la esterilización /castración depende de varios factores, pero como norma general en las perras antes del primer celo (en razas pequeñas suele ser alrededor de los 6-7 meses) y en los perros cuando hayan descendido los testículos a la bolsa escrotal, dando de margen hasta el año de edad para ello.

Hay que tener en cuenta que la especie canina de raza grande alcanza la madurez sexual y su desarrollo completo más tarde. En el caso de los gatos, la edad óptima según Paz Belinchón, para la castración será alrededor de los 6-7 meses de edad.

Tanto en la esterilización como en la castración estamos hablando den todo momento de una intervención quirúrgica, pero aunque rutinaria hay que tener en cuenta que se requiere anestesia general y por ello existe un riesgo que se debería reducir -según expertos consultados- realizando un estudio preoperatorio.

Tal y como explica Nuria Gómez, experta veterinaria de Clinicanimal, la esterilización «es una operación quirúrgica y, como tal, implica ciertos riesgos». Por ello, hace hincapié en la importancia de que sean los expertos veterinarios los que valoren en cada caso y certifiquen que, efectivamente, los beneficios que tendrá para nuestra mascota son mayores que los riesgos.

En los machos la cirugía será menos compleja y en 24-48 horas suelen estar haciendo vida normal, mientras que en hembras implica el abordaje a cavidad abdominal y su recuperación salvo que se haga por técnica laparoscópica o abordaje costal en gatas, suele ser algo más prolongada (no más de una semana). Son necesarias unas hora de recuperación y saldrán del centro veterinario caminando en el caso de los perros y despiertos en sus transportines los gatos.

En ambos casos, el veterinario indicará un tratamiento a base de antibiótico, y analgésicos o antiinflamatorios para los siguientes días durante el tiempo que dure el tratamiento. También pasados unos día habrá que acudir al veterinario a una revisión y retirada de los puntos. Durante ese tiempo -hasta su recuperación- es conveniente que nuestro perro o gato lleve un collar isabelino (ese artilugio que les hace parecer una lámpara) para evitar que se chupe la herida.

De todos es sabido que cuando castramos a nuestra mascota, su metabolismo tiende a ralentizarse por lo que podrá coger un poco más de peso. Hay que consultar con el veterinario para que este asesore para hacer un cambio en su dieta; así como el tipo de ejercicio que debe hacer a partir de ahora.

En el mercado existen piensos adecuados para perros y gatos esterilizados o castrados, aunque es recomendable, en cualquier caso, consultarlo previamente con un veterinario.