Cardenal Américo Aguiar: «Llevamos casi 50 años de democracia en Portugal, pero todavía no puedes decir libremente que estás contra la eutanasia o el aborto»
A sus 49 años, el organizador de la JMJ de Lisboa es uno de los cardenales más jóvenes de la Iglesia católica
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Corresponsal en el Vaticano
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Iniciar sesiónHace dos semanas, el portugués Américo Aguiar, de 49 años, se convirtió en el segundo cardenal más joven de la Iglesia católica. Nació en 1973 cerca de Oporto. Tras su paso por los scouts, fue militante ecologista en defensa del río Leça. Luego se ... lanzó a la política municipal, primero con el Partido Socialista y después con el socio portugués del Partido Popular. Al Papa le entusiasmó la filosofía con la que preparó la JMJ de Lisboa de este verano, y ha querido que su opinión se escuche en los próximos cónclaves. «He tenido casi un problema diplomático en Portugal, pues me gusta mucho España», dice entre bromas al comenzar la entrevista con ABC.
—¿Tiene muchos amigos en España?
—Mira, de hecho, estoy especialmente agradecido con los cardenales de su país.
—¿Por qué?
—Porque cuando el Papa me nombró cardenal, el arzobispo de Barcelona Juan José Omella y otros españoles me llamaron para tranquilizarme. Se dieron cuenta de que a mí esta responsabilidad me preocupa y me da miedo. Ellos han sido muy cercanos. «Vamos a hacer este camino contigo», me calmaron.
—¿Qué le preocupa?
—Para un obispo de 49 años, ser nombrado cardenal es abrumador. Todavía me estoy recuperando.
—En su opinión, ¿por qué le ha nombrado cardenal el Papa?
—No me he atrevido a preguntárselo, pero pienso que en los últimos años ha hecho un esfuerzo para que en el colegio cardenalicio haya diversidad de proveniencias y de experiencias de vida.
—Lo que incluye cardenales de generaciones diferentes.
—Ahora mismo hay dos cardenales menores de 50 años. Los siguientes ya tienen casi diez años más, son de otra generación. En el próximo cónclave va a ser más difícil poner orden. (Risas).
—¿Cuál es la novedad que ustedes aportan?
—Pienso que cuando el Papa consulta una cuestión, considera importante que se escuche la opinión de quien tiene 80 años, quien tiene 70, quien tiene 60, 50 o 40. Todos vemos la misma cosa, pero damos interpretaciones y soluciones diversas. Es una riqueza que cada uno diga lo que piensa y que luego el Papa lo rece y tome su decisión. A algunos esta estrategia les gusta y a otros todavía no. Paciencia.
—¿Cuáles son las prioridades de la Iglesia en este momento?
Ahora es importante que la 'sinodalidad' no sea sólo una palabra. Estamos acostumbrados a vaciar de significado algunas palabras: 'corresponsabilidad', 'aggiornamento' (puesta al día),… Es importante que se pase de las palabras a la ejecución, que sean eficaces, como el Evangelio.
—¿Qué es la sinodalidad?
Significa hablar, escuchar y tomar decisiones, aunque no sean por mayoría. El Papa dice que el sínodo no es un parlamento, que quien decide es el Espíritu Santo, y que puede decidir tanto por mayoría como por minoría. Vamos a ver.
—¿Y por qué es tan importante?
—Es importante que aprendamos todos, unos de otros, primero a escuchar, -pues estamos en un momento en que las personas no tienen disponibilidad para escuchar porque no gusta-, y después ya, a hablar con libertad.
—¿No se habla con libertad?
—Cuando publicas un mensaje en redes sociales, los que no piensan como tú, te insultan y te destruyen. En Portugal vamos a cumplir 50 años de democracia, pero todavía no puedes decir libremente que estás contra la eutanasia, que estás contra el aborto, que estás contra esto, o que estás a favor de aquello… Lo ideal sería ver que somos hermanos, y eso es más importante que el hecho de que tengamos ideas diferentes. Pero no, en nuestra sociedad hay una reacción muy violenta, con palabras y en algunas ocasiones, con hechos.
Trayectoria política
«Cuando era joven estuve en las juventudes del Partido Socialista»
Américo Aguiar
Cardenal
—Usted fue del Partido Socialista portugués.
—Bueno, cuando era joven estuve en las juventudes del PSD, que es el Partido Popular en Portugal; y también estuve en las juventudes del Partido Socialista. A los 20 años fui concejal del ayuntamiento en Matosinhos, cerca de Oporto. He hecho una experiencia política de centro.
—¿Cómo fue su etapa política?
—Para mí fue una etapa muy importante. Aprendí cómo funcionan las cosas, la estructura, los protocolos. Pero pienso que el Partido Socialista de Portugal no es la misma cosa del actual PSOE, es más moderado. Cuando tuvimos la 'geringonça', la coalición de todos los partidos de izquierdas, el Partido Socialista no se sintió cómodo.
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—¿Le sigue gustando la política?
—No me gusta cuando la gente dice «No quiero tener nada que ver con la política». Eso es encerrarse. Todos debemos tener opciones políticas, no obligatoriamente partidarias, pero sí políticas, de la «polis», la cosa pública. Si te mantienes al margen, vivirás con las decisiones que tomen otros. Es importante sensibilizar a los jóvenes para que estén en los partidos, en todos los partidos, y que haya una sensibilidad católica cristiana en todas las formaciones, para contribuir a que las decisiones que se tomen sean a favor de todos.
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