El secreto del milagro asturiano, territorio libre de brotes de coronavirus

Asturias tampoco lamenta defunciones por Covid-19 en los últimos siete días; han sido 334 en el total de la pandemia, una de las cifras más bajas en la comparativa por autonomías en España teniendo en cuenta que es el territorio con la población más envejecida del país (con un promedio de edad de 48,28 años) y son los mayores de 65 años el grueso de la población diana (y de la letalidad)para este virus.

Y no hay un solo nombre y apellidos que haya podido frenar el salto del Covid-19 a través de los Picos de Europa, pero sí ha habido muchas miradas que se han dirigido a la estrategia de vigilancia diseñada por el epidemiólogo Ismael Huerta, al frente de todo el servicio de coordinación del Principado . También ha sido un ariete para embestir el virus el hecho de que Asturias cuente entre su «cartera» de médicos con el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), Salvador Tranche.

Ya confesó Tranche tras la explosión de la bomba vírica en Madrid que los «cuatro días de plazo» que se les concedieron «de más»a autonomías como la suya habían sido determinantes. Porque el virus pudo entrar por un aeropuerto como el Adolfo Suárez de Madrid Barajas, que todavía permitía vuelos a comienzos de marzo, y expandirse con celeridad. Al otro lado de la Cordillera Cantábrica, esas 96 horas antes de «cerrar el país el 14 de marzo, con la declaración del estado de alarma», no se desperdiciaron. Se pudieron preparar cuantitativamente; pero sobre todo, otorgaron el margen suficiente para amarrar un cambio cualitativo de 180 grados.

¿Cuál fue y es el milagro asturiano? «En Asturias –dice Tranche a ABC – la historia de aislamiento económico y social ha ayudado mucho. Salvo la circulación y movilidad ahora con Galicia, no se ha produdico la propagación del virus que se ha registrado en zonas como Madrid ni mucho menos», una opinión que comparte con el jefe de Epidemiología del Principado.

Tranche, médico urbano que ejerce desde hace 40 años en el Centro de Salud El Cristo de Oviedo, valora igualmente como factor favorable la dispersión alta de la población en Asturiasa, pero a la vez destaca que la ciudadanía sido extraordinariamente escrupulosa, «muy respetuosa» con las distancias y medidas de seguridad como el uso de la mascarilla casi desde el principio y «antes, incluso, de que se obligase a llevarla».

Así pues, en su opinión, la dispersión y el respeto conforman la primera receta. En las estadísticas facilitadas por el departamento de Salvador Illa, se observa una tercera «tirita» para que no sangre la herida del virus en la tierra de Don Pelayo. Asturias, Navarra y La Rioja sobresalen en las tablas comparativas de Sanidad como las comunidades autónomas que precisamente están realizando más PCR por tasa de habitantes, imponen un firme control de los contagiados y sospechosos, así como de sus entornos. Se les monitoriza por médicos de familia y rastreadores casi al menor síntoma. ¿Es, por tanto, una casualidad que estas tres autonomías tengan tan buenos resultados en cuanto a brotes y nuevas infecciones hoy por hoy?

Asturias, con 127,66 PCR por cada mil ciudadanos, supera a Navarra (126.58), la segunda , y se sitúa muy por encima de las 111,04 pruebas que se hacen en Madrid por cada mil habitantes, porejemplo, o los 110,09 test por mil habitantes que ejecuta la vecina Cantabria. «Es cierto que el laboratorio principal (en Langreo) ha ayudado mucho para el diagnóstico con PCR, siendo proclive en número y en en prontitud de los resultados, pero la clave, en mi opinión, también ha sido que cada médico en Atención Primaria ha controlado y vigilado exhaustivamente a 16 de esos pacientes durante toda la pandemia. Hay que señalar que la incidencia del virus aquí ha dejado trabajar mejor, puesto que en Madrid, por seguir con la comparación, cada médico de familia tenía a 28-29 pacientes y eso empeora todo el servicio, lo complica todo». En Asturias, la coordinación con Salud Pública se mejoró y ha funcionado, creen Huerta y Tranche.

Además, en el Principado, continúa el presidente de la semFYC, «ha apoyado mucho la gestión de los centros sociosanitarios, con un médico y enfemera de enlace en cada centro de salud; también contábamos con una enfermera de apoyo en cada residencia pública, lo que ha facilitado mucho las cosas para una comunidad tan envejecida como Asturias». Un caso concreto que explica Tranche: «A cada anciano que da positivo o síntomas en una residencia, se le aísla, se le hace una PCR y en cuanto venía el resultado de la+ prueba, se sacaban al Hospital Universitario Central de Asturias (el HUCA) o a los intermediarios. Se ha cortado inmediatamente la cadena».

«También ayuda no tener tanta población como otras regiones, porque como le digo la incidencia del virus en Madrid ha sido brutal, pero es verdad que hay regiones que lo han hecho muy mal y se han encontrado al borde del abismo, descabezando la atención primaria. No han contado con nosotros y eso les ha lastrado», remata Tranche, por lo que reclama a buen entendedor: «Necesitamos que los políticos tomen decisiones. La guerra es tan importante que no podemos dejársela a otros. Algunas palancas son muy importantes, está la sanitaria y la social, pero también la política. Hay que cambiar el sistema sanitario y ahora la pandemia que nos acecha es la de la pobreza . En las consultas lo vemos también. Hay que estar protegidos para esta guerra que no ha acabado».