Cruz Roja se suma a la petición para crear un plan estatal de seguridad acuática

Algunas de estas cifras son inferiores con respecto a las de 2016, cuando se realizaron unas 95.000 intervenciones (79.150 sanitarias y 15.596 sociales), mientras que otras, como el número de rescates realizados, asciende de 1.900 a 2.500. En este sentido hay que remarcar que las asistencias sociales son aquellas que se refieren a «búsqueda de personas o niños extraviados, actividades medioambientales, talleres de primeros auxilios» o ayuda a personas discapacitadas y con movilidad reducida.

«La seguridad en las playas es muy importante, porque estamos hablando de la seguridad de las personas«, remarcó Javier Senent, presidente de Cruz Roja. «La cifra de muertos por ahogamiento refleja el 50% de los fallecidos en accidentes de tráfico , y sin embargo no tenemos tantas campañas de concienciación ni de sensibilización», señaló, al tiempo que ensalzó el valor de Cruz Roja. «Nos alegra mucho ver que la gente se acerca a nosotros y nos dice que ver la bandera de Cruz Roja en las playas supone para ellos garantía de confianza y seguridad».

Por su parte, Miguel Ángel Sánchez, responsable del programa de playas de Cruz Roja Española, reseñó la importancia de una correcta «prevención» para evitar accidentes. « Hay mucha gente que se baña en entornos desconocidos o en situación de bandera rojas. El 90% de muertes por ahogamientos se produce en superficies no vigiladas », lamentó.

En ese sentido, Sánchez también se refirió a la legislación actual vigente. « Solo Baleares tiene un decreto vinculado en sus leyes con la seguridad en las playas. Canarias parece que será la próxima comunidad en tenerlo, pero el resto de cuiudades españolas no disponen de ordenanzas que regulen este tema», advirtió. «La legislación vigente es del año 1972 y se debe cambiar», comentó Senent.

Valencia (8.673), Alicante (6.857), Vizcaya (6.612), Murcia (6.573), Guipúzcoa (5.433) y Tarragona (5.427) son las provincias en las que Cruz Roja ha tenido que proporcionar mayor asistencia sanitaria. En su mayoría, por cuestiones de «heridas y traumatismos leves, la exposición excesiva al sol y patologías previas de las personas usuarias que manifestaron síntomas durante su estancia en la playa», pero también para rescatar a personas que se estaban ahogando.

De hecho, se han realizado casi 600 rescates más este año que a estas alturas de 2016. Según datos del Informe Nacional de Ahogamientos de la Federación Española de Salvamento y Socorrismo, 388 personas han fallecido hasta el 15 de septiembre en las superficies acuáticas españolas.

Una de las peticiones de la Federación a este respecto era la puesta en marcha de un plan de seguridad acuática a nivel estatal «que regule la vigilancia, el número de socorristas o su distribución», como declaró a ABC el mes pasado Jessica Pino , principal responsable del informe y que también exigía otro plan nacional «que regulase la formación de los socorristas». Dos reclamos a los que se suman desde Cruz Roja. « Es necesario legislar esta vigilancia con un plan nacional de seguridad acuática, como lo es regular la formación de los socorristas, que tienen un papel fundamental aunque trabajen en la mayoría de comunidades solo en los meses de verano», aseguró Sánchez a ese respecto.

El tema de la prevención volvió a ser tratado como fundamental. «La seguridad no es exclusiva del verano, ni tampoco del agua. Es algo a tener en cuenta antes, durante y después del baño», subrayó Íñigo Vila, responsable de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja. «Un gran número de incidentes se producen porque la gente comete imprudencias y se baña en zonas no vigiladas y con banderas rojas. Se debería llevar a cabo una mayor sensibilización en este sentido y hacer un trabajo previo, desde la educación, para enseñar a los más pequeños los riesgos que tiene cada bandera y que éstas dependen de varios factores, como las corrientes, las mareas o las resacas».

Tareas «de concienciación» que deberían llevarse a cabo «desde que los niños son pequeños», como también asevera el presidente de Cruz Roja. «Todos juntos debemos sensibilizar y ayudar a que las personas sean más responsables y que se den cuenta de que, si se ponen en riesgo, están también jguando con las vidas de aquellos que van a salvarles», concluye Senent.