Las mentiras de Óscar Puente sobre las obras de las infraestructuras de Sevilla

La culminación de la SE-40 fue una de las cuestiones que generó más anuncios y afirmaciones por parte del ministro y, en especial, la principal novedad que avanzó en su visita: los plazos del puente que deberá cerrar esta circunvalación y que deberá sortear el Guadalquivir entre las localidades de Dos Hermanas y Coria del Río.

El objetivo de su Ministerio, recalcó, es «tener completada la SE-40 en 2030». Este compromiso, sin embargo, es muy difícil que se cumpla a tiempo, a tenor de los trece años que han transcurrido desde la inauguración del primer tramo en 2011 y los casi veinticinco desde el arranque del proyecto en 2000 con el primer estudio informativo.

La circunvalación tiene solo en servicio la mitad de su trazado de algo más de 77 kilómetros. Ahora, Puente pretende culminar en seis años los más de 38 kilómetros restantes para culminar la SE-40, un plazo que se revela difícil, especialmente, porque le queda uno de los tramos más complicados.

Ese tramo es el que unirá Coria con Dos Hermanas salvando el río y para el que se deberá construir un puente que contará con un gálibo aéreo de 70,8 metros, el tercero más alto del mundo. El objetivo de Puente es «licitar los trabajos a finales del año que viene», es decir, las obras para acometer este tramo. Sin embargo, estos plazos son poco realistas en opinión del Observatorio de Infraestructuras de Gaesco y la Cámara de Comercio.

El anteproyecto del viaducto, que el Ministerio ha encargado directamente, sin mediar concurso, a la empresa pública Ineco tiene un plazo de ejecución de diecinueve meses, por lo que no estará listo hasta la primavera de 2026, a falta entonces de licitar las obras, adjudicarlas y llevarlas a cabo. Con este horizonte temporal no es posible que la licitación de las obras se produzca a finales de 2025.

Sobre la SE40, el ministro también anunció la aprobación del proyecto de construcción de los tramos entre Valencina y Salteras, que se aprobó en la fecha que prometió a finales de mayo, y el de Espartinas y Valencina «en agosto. Unas obras que supondrán una inversión aproximada de 210 millones de euros», explicó entonces Puente.

Agosto ha pasado y este último tramo, con una inversión prevista de 101,2 millones de euros, no se ha licitado. La razón, según publicó ABC a partir de fuentes solventes del sector de la ingeniería y la construcción, es que el Gobierno tiene previsto trocearlo en tres anualidades —dos de diez millones cada una y una tercera de unos 80 millones—, postergando el grueso de la intervención a dentro de tres ejercicios, lo que en la práctica supone retrasar la ejecución de la obra y su puesta en servicio.

También anunció Puente en aquella visita del 22 de marzo que la conexión ferroviaria entre el aeropuerto de San Pablo y la estación de Santa Justa tendría aprobados sus estudios de viabilidad e informativo para «antes de 2025». Sin embargo, el Ministerio reveló días después, en una respuesta parlamentaria al grupo de Podemos en el Congreso, que el estudio de viabilidad, firmado el 6 de marzo, se encontraba «en la fase inicial de su redacción» con un plazo máximo de ejecución de dieciocho meses. No estará hasta el segundo semestre de 2026 .

Un informe, además, que el Gobierno había prometido realizar un año y medio antes, cuando decidió pasar del acuerdo que tenía con la Junta de Andalucía, para que lo realizara ella, a cambio de financiar la conexión entre el aeropuerto y Santa Justa.

El informe lo remitió el Gobierno andaluz el pasado mayo, sin obtener respuesta. En su rueda de prensa de marzo en Sevilla, el ministro no dio fecha de licitación de obras ni de puesta en servicio.