Un lugar con historia vinculada a la Casa de Alba
El Cortijo La Motilla se levanta en plena campiña sevillana, dentro de la finca Las Arroyuelas, considerada el mayor terreno de la Casa de Alba, con unas 1.500 hectáreas dedicadas a cultivos y ganadería.
En su origen, La Motilla fue una posada del siglo XVI que servía como parada de diligencias en la ruta entre Écija y Sevilla. A lo largo de los siglos pasó a formar parte del legado familiar y hoy es un espacio único donde se conserva el sabor de la historia, pero adaptado al lujo del presente.
Del cortijo tradicional a un hotel-boutique exclusivo
En 2022, Cayetano Martínez de Irujo realizó una profunda reforma del cortijo, que hasta entonces solo contaba con cuadras, un tablao flamenco y vivienda para el casero. Tras la rehabilitación, La Motilla se transformó en un alojamiento de 250 metros cuadrados con cuatro habitaciones dobles con baño, una suite principal, amplios salones, cocina de diseño y zonas ajardinadas con piscina.
La decoración, en la que predominan el blanco andaluz y toques turquesa, refleja el gusto por los viajes del Conde de Salvatierra. Además, mantiene un tablao flamenco decorado con carteles taurinos e imágenes de la Hermandad de los Gitanos, muy vinculada a la familia.
Una finca para bodas y experiencias exclusivas
Hoy La Motilla funciona como alojamiento de lujo y espacio para eventos, gestionado en parte por Lux-Andalus Experiences, que ofrece servicios personalizados como chef privado o niñera. Las tarifas van de 50 a 150 euros la noche, dependiendo de las experiencias añadidas.
Este otoño, sin embargo, el cortijo dejará a un lado su faceta turística para convertirse en el escenario de la boda de Cayetano y Bárbara.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete