El Rocío de Gines se iba de romería con los fondos de «La Pará» para obras de caridad

Después de analizar los libros de cuentas presentados por la hermandad entre 2011 y 2017, «queda claro y patente» para la Guardia Civil que «gracias a los beneficios obtenidos con el ambigú de la carpa de La Pará consiguen financiar otras actividades de carácter lúdico » que realiza cada año.

La mayor parte de los fondos se destinaba a costear «la peregrinación a la Aldea del Rocío» durante la romería, que «siempre ha sido muy deficitaria» a excepción del año 2014. Así lo recoge el informe policial al que ha tenido acceso ABC, que forma parte de las diligencias previas abiertas en 2017 por el magistrado de refuerzo del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, José Ignacio Vilaplana , que indaga en el supuesto desvío de fondos públicos que se habría producido en un evento que mueve cada año miles de euros, organizado durante una década (2007-2016) sin ninguna regulación legal.

Entre esos «gastos ajenos a obras de beneficencia» aparecen apuntes contables de compras de bebidas, comidas como «empanada peregrinación», coros, actuaciones musicales, carretas, excursiones en autobús y los gastos de Las Colonias, que se hacen pasar por obras de caridad en unas cuentas que los investigadores definen como «un cajón de sastre» donde «entra todo». «No son colonias organizadas para niños con problemas de adaptación, estados de necesidad o familias desestructuradas que pagase la hermandad», que tiene gran arraigo en el pueblo, «sino para los hijos de los hermanos y amigos que se apuntan», previo abono de la inscripción.

En la causa judicial, que acaba de recibir un nuevo impulso con la ampliación del número de cargos municipales imputados, figuran desde junio de 2018 como investigados el actual alcalde de Gines, Romualdo Garrido Sánchez (PSOE), que asume las competencias en materia de Festejos desde 2007, y el anterior regidor (2007-2015), el socialista Manuel Camino Payán , quienes fueron citados a declarar en septiembre y diciembre de 2018. También están encausados los cuatros hermanos mayores del Rocío desde 2007 a 2017, Alfonso Melo, Agustín Guerra, José María Villadiego y Antonio María Palomar, además de dos empresarios contratados «a dedo» para el montaje de distintas instalaciones, Miguel Ángel Rodríguez García y Francisco Antonio Ortega Llano.

El juez considera que pudieron incurrir en delitos de prevaricación administrativa y urbanística, malversación, fraude y exacciones ilegales, falsedad documental y tráfico de influencias.

Basándose en el atestado entregado por el equipo de Delincuencia Económica y Urbanística de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, el magistrado advierte de que «los responsables municipales del Ayuntamiento de Gines se habrían concertado con los empresarios antes relacionados, así como con los dirigentes de la Hermandad del Rocío de Gines para defraudar a las arcas municipales y obtener con recursos públicos un lucro exclusivo derivado de la explotación económica del evento “Una Pará en Gines”, durante sus sucesivas ediciones desde su inicio hasta la actualidad».

Según un auto dictado el 6 de junio de 2018, el quebranto económico causado a las arcas públicas se cifra en 859.459 euros , de los que 498.180 euros corresponden únicamente a tasas municipales que nunca llegaron abonarse.

La unidad policial encargada de la investigación destaca que el Rocío de Gines -de la que es hermano el actual alcalde- obtuvo unos beneficios de 116.603 euros por la explotación en exclusiva de una carpa de 525 metros cuadrados dedicada a la restauración, sin que exista «título jurídico que legitime o habilite la ocupación de suelo de dominio público y su posterior utilización con fines lucrativos en estos diez años».

En ese período dejó de pagar 63.000 euros en tasas , como certificó la interventora municipal, y «no presenta documentación alguna relativa a la seguridad de la instalación», «con el consiguiente peligro» para los 75.000 visitantes que reunió sólo durante las tres últimas ediciones.

La Guardia Civil hace constar que dichos beneficios « tenían que haberse dedicado » a obras asistenciales , como recoge la solicitud presentada en 2016 para que le fuera concedido el contrato demanial como entidad de interés social, «cosa que no hacen», pese a que entre sus objetivos sociales figura la «especial atención a la caridad». Las cuentas revelan que, al menos durante seis años, gastaron en fines sociales 55.067 euros, «muy lejos de los 99.102 euros según su contabilidad y aún más del total de beneficios».

La Guardia Civil recuerda que la hermandad fue declarada por el Ayuntamiento de Gines como entidad de interés público en 2012, lo que « no es más que una argucia» para eximirla del pago de tributos . La entidad pidió esta declaración bajo el compromiso de crear una fundación para niños con discapacidad y otros colectivos desfavorecidos de la localidad, con el apoyo del PSOE y PP. El anterior alcalde, Manuel Camino , incluso propuso cederle suelo público. «Transcurridos cinco años de esa declaración y hasta la fecha», nada se ha hecho en relación a este proyecto, destaca el atestado.

El Rocío de Gines alegó que había pagado los boxes y corraletas para la feria de ganado de algunos años pero no presentó «nunca» facturas. ABC se ha puesto en contacto con la hermandad, que ha rehusado pronunciarse sobre la investigación alegando que está en manos de sus letrados. El PSOE de Gines defiende que la instrucción penal se centra en «errores puramente administrativos», al contrario que los investigadores sí ven indicios delictivos.

El juez Vilaplana tuvo que pedir tres veces a la hermandad que entregara sus libros de cuentas de diez años atrás y las facturas emitidas por la instalación de la carpa. Aun así, sólo aportó la contabilidad de los últimos seis años después de que el hermano mayor hasta 2017, Antonio Palomar , remitiera un escrito al juzgado en el que pretextaba que le era «materialmente imposible» facilitar la documentación requerida judicialmente « en tanto y cuando no haya finalizado el peregrinaje» al Rocío . Los agentes se quedaron «perplejos» ante semejante respuesta.