«Los productos británicos se van a convertir en artículos de culto con el Brexit»

Los pasillos especiales de productos para anglosajones que hay en los buenos hipermercados y supermercados de Andalucía están surtidos por Fricodan. El mercado británico representa un 35% de sus ventas totales , casi 5 millones de euros de los 14 millones que factura al año. El desenlace de la negociación sobre el Brexit es vital para esta compañía, la primera importadora andaluza en el Reino Unido.

«El británico es el primer mercado de productos internacionales que hay en Europa, mucho más potente que el alemán, que es el segundo. Hay que tener en cuenta que a España vienen cada año 18 millones de británicos y que tenemos unos 400.000 residentes registrados oficialmente procedentes del archipiélago», señala Luis Lama, consejero delegado y uno de los tres socios de Fricodan .

Lama sigue al minuto la historia de nunca acabar en que se ha convertido la negociación del Brexit entre Bruselas y Londres, y tiene referencias directas de sus proveedores allí sobre el impacto que está teniendo la situación. Según referencias directas de su transportista en UK, «esto es un caos total. Nadie sabe nada de nada. Las colas de entrada y salida en las aduanas son terribles» , describe.

« Es un tema en el que nos tenemos que poner de acuerdo porque si no vamos a salir perdiendo todos ; y los que más van a sufrir son los británicos porque no tienen materia prima y son muy dependientes de las importaciones», subraya.

Los proveedores de Fricodan contemplan dos escenarios, uno «light» o el Brexit duro que tanto miedo infunde. En la primera hipótesis, se llegaría a un acuerdo comercial similar al que la UE tiene con Noruega, en el que «los trámites no son muy complicados e importar es relativamente fácil», explica el directivo. Y aún en el supuesto de un desenganche suave, nadie duda de que se presentarán «complicaciones» .

Habrá un despacho de aduana, los inspectores acentuarán los requerimientos sobre cuestiones como los certificados sanitarios de los productos, las etiquetas, los ingredientes autorizados... Lo que viene, sin duda, es mayor burocracia administrativa. «Todo esto tendrá un coste extra . Los importadores tendremos que contratar a agentes de aduanas para despachar todos los nuevos requerimientos y, además, en función de lo que se enfade la Unión Europea con los ingleses, habrá más o menos aranceles y contingentes: todo se puede complicar mucho», se teme.

Así llegamos a la segunda hipótesis, el temido Brexit duro, un futuro de aranceles y controles exacerbados. «Nuestros proveedores en UK nos dicen que en ese caso las subidas de precios van a ser brutales. Por ejemplo, el queso cheddar, un producto básico de importación, puede costar un 40% más . Los productos británicos se van a convertir en artículos de culto», asegura Luis Lama, que apunta que en el caso de un Brexit suave el encarecimiento puede rondar el 10%.

Los movimientos de los últimos días entre los negociadores que se están decantando por cerrar un acuerdo comercial preferente, son un elemento tranquilizador, aunque la incertidumbre sigue en el horizonte. «Aproximadamente, el 50% de las exportaciones británicas van a la Unión Europea. No te puedes cabrear con tu principal cliente» , razona Luis Lama.