El Gobierno central autoriza la entrada del fondo británico AMCE en la multinacional sevillana Ayesa

La operación de venta de la mayoría del capital social de Ayesa estaba pendiente del visto bueno del Gobierno español al tratarse de una inversión extranjera en una empresa española, además de que su actividad en innovación y Defensa exigía que no hubiera objeción por parte del Consejo de Ministros. Ayesa, que tiene oficina en Alemania, realiza trabajos de consultoría para Airbus a través de su filial Ayesa Air Control Ingeniería Aeronáutica.

Finalmente, este martes el Consejo de Ministros ha aprobado, a petición del Ministerio de Presidencia, «la inversión extranjera de AMCE Fund SPV-1 S.à.r.l. en las sociedades españolas Ayesa Inversiones S.L. y Ayesa Air Control Ingeniería Aeronáutica», aplicando así la conocida como ' golden share' o 'acción de oro', que permite al Ejecutivo central reservarse la posibilidad de vetar inversiones extranjeras en empresas españolas de sectores considerados estratégicos.

Esa autorización gubernamental se exige siempre que las empresas pertenezcan a los sectores de infraestructuras críticas, tecnologías críticas y productos de doble uso, o sectores con acceso a información sensible o medios de comunicación. La norma considera inversiones directas aquellas en las que el inversor adquiera una participación igual o superior al 10 % del capital social o tome el control de la empresa española.

Se trata de la primera vez que Ayesa abre su capital desde que hace 55 años fuera fundada por José Luis Manzanares Japón . La inversión del citado fondo tiene como objetivo crear un grupo español líder de servicios digitales, duplicando la facturación hasta los 500 millones de euros en un horizonte temporal de cinco años. La permanencia de fondos de inversión en empresas como ésta es de unos cinco o seis años. Así pues, la entrada del fondo es un paso intermedio que los Manzanares dan para acelerar el crecimiento de la compañía porque la familia fundadora quiere seguir liderando el proyecto e incluso no descarta en un futuro que la compañía salga a cotizar en Bolsa.

para afrontar la compra de otras empresas y jugar con mayor tamaño en la Champions League del sector, donde las firmas de la competencia tienen 40.000 o 50.000 empleados. Con ello, la empresa sevillana pretende «una combinación de crecimiento orgánico e inorgánico.

Los últimos años, Ayesa ha crecido un 7% de media orgánicamente y este año ha sido de un 12% . La compañía está convencida de que esta operación corporativa le permitirá «consolidarse como una plataforma de servicios digitales y explotar su potencial en tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, big data, análisis de datos, ciberseguridad y computación en la nube, entre otros. Asimismo, impulsará el crecimiento del negocio de ingeniería –reconocido a nivel internacional por su posicionamiento en transporte urbano y abastecimiento de agua– con una fuerte estrategia de diversificación geográfica.

Tras la entrada del fondo británico, la familia Manzanares continúa al frente de la gestión de la multinacional, de modo que José Luis Manzanares Japón será presidente honorífico y consejero «para aportar toda su visión en la estrategia de crecimiento», y su hijo José Luis Manzanares Abásolo continuará como CEO.

La compañía registró un año récord en ventas y contratación a pesar del Covid, alcanzando una facturación de 256 millones de euros. El ebitda se situó por encima de los 22 millones, lo que representa un 2,2% más que en 2019. La compañía finalizó el ejercicio con una tesorería neta de deuda de 25 millones. El 53% de los ingresos proceden del mercado nacional; el 31% corresponde a América Latina, el 6,1% a Oriente Medio, el 6% a Asia, el 3% a Europa y el 0,8% a África.

Su cartera de negocio alcanza ahora los 513 millones de euros, contando con tres áreas definidas de negocio: Ingeniería, tecnología del conocimiento y transformación digital. El área de Ingeniería -que abarca los sectores del transporte, agua y medio ambiente, edificación e industria- creció un 2,5%, con 104 millones. En el área de Tecnología del Conocimiento, que engloba los servicios de consultoría IT y software factory, sus ingresos crecieron un 7,3% en 2020, hasta los 131 millones. Y en lo que respecto al área de Transformación Digital, centrada en la aplicación de tecnologías innovadoras a las infraestructuras, creció un 0,7% al contabilizar 21 millones.