Salvador Sobral: «Todos tenemos cicatrices que duelen, pero que nos hacen crecer»

Totalmente. Sevilla es muy especial para mí. La ciudad y su gente. Gente a la que le gusta vivir y aprovechar los simples placeres de la vida. Siempre que toco en Sevilla me acogen muy bien, como si fuera yo uno de ellos también.

El Teatro de la Maestranza es un lugar especial. ¿Cómo se siente en ese escenario icónico?

El Maestranza es de los teatros mas sublimes donde he tocado en mi vida. Allí han tocado mis más grandes inspiraciones, como Keith Jarret. Tengo mucho respeto por ese teatro y quiero dar lo mejor de mí el dia 28 de mayo.

En el concierto estará acompañado por un cuarteto. ¿Qué nos puede adelantar?

Me acompañan: Max Agnas (piano), André Santos (guitarra), André Rosinha (contrabajo) y Bruno Pedroso (batería). Es una banda de amigos que, cuando compartimos escenario, estamos en interacción constante, comunicándonos, intercambiando ideas, haciendo que la música esté viva en todo momento. Libertad es la palabra de este grupo.

'Batimentos por minuto' ('Latidos por minutos') es un disco en donde habla en primera persona y en el que el corazón es protagonista. En su caso, ¿cómo ha marcado el corazón el pulso de su vida?

Lo ha marcado al cien por cien. La situación de salud que tuve condicionaba completamente toda mi vida. Yo, como todo el ser humano, me adaptaba. Lo mismo ahora, que he recuperado la salud. El hecho de sentirme bien condiciona toda mi vida y mis decisiones.

¿Qué duelen más las heridas que se curan o las cicatrices que van quedando con el paso del tiempo?

Creo que todos tenemos nuestras cicatrices, que duelen pero que nos hacen crecer y evolucionar como seres humanos.

En canciones como 'Medo de estimaçao' tiene un gran protagonismo la guitarra eléctrica. En este disco ha querido explorar nuevas texturas y sonoridades, ¿no es así?

Sí, nos interesaba despertar la curiosidad tímbrica de la gente que escuchaba el disco. Por eso hicimos varias capas de guitarras, distintos teclados, muchos coros también, cosa que no había hecho en los otros discos.

En el disco intercala temas en portugués con algunos en inglés de la talla de ‘That old waltz’ o ‘Paint the town’.

Sí, hay dos canciones en español también. Para mí los idiomas son solo oportunidades para explorar nuevas sonoridades, nuevos vocablos. Como el guitarrista tiene sus pedales de efectos, yo tengo mis pedales de idiomas.

Es inevitable que le pregunte por su canción 'Amar pelos dois', un tema que compuso con su hermana Luisa y que le cambió la vida a partir de ese festival de Eurovisión de 2017. ¿Ahí más que nunca cantó con el corazón pese a su fragilidad física de aquel momento?

No. Siempre he cantado con el mismo corazón, la misma entrega y alma. Ya fuera en Eurovisión o en la Taberna Ánima de Sevilla.

¿Cree que lo que a usted le pasó en Eurovisión puede que no se vuelva a repetir nunca más?

No creo. Los italianos que ganaron el año pasado lo están petando, han estado en shows de TV muy potentes como el de Jimmy Fallon, ofrecieron un concierto en Coachella... en fin.

¿En qué estado artístico y personal se encuentra en estos momentos?

Ilusionado con nuevos caminos que quiero tomar, hacer cosas diferentes y también muy ilusionado con un par de colaboraciones con artistas que admiro inmensamente, pero no puedo revelar quiénes son todavía.