literatura
Richard Ford: «Probablemente sería mejor escritor si algunas cosas se me fueran de las manos, pero soy muy disciplinado»
El autor norteamericano intervino este viernes en el III Festival 'Escribidores' en la Fundación Unicaja de Sevilla
El escritor Richard Ford participa este viernes en Sevilla en la III edición del Festival 'Escribidores'
Richard Ford: «De no haber lectores ahí fuera, no escribiría»
S. C.
Sevilla
El escritor norteamericano Richard Ford fue este viernes protagonista del III Festival Literario de Europa y América 'Escribidores', que organizan la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte y la Fundación Unicaja y que celebró en Sevilla uno de los actos principales. El autor ... comenzó diciendo que llevan una semana en Andalucía, visitando varios lugares, entre ellos, Gibraltar, territorio que quería visitar, pero no sabía muy bien por qué. Lo definió como «un espacio entre dos mundos que le dio una sensación de asombro e intriga porque lo entiende como un lugar no definido de manera precisa». Comparó la sensación con el monte Rushmore, en Estados Unidos, «uno de los monumentos más ridículos» en su opinión, pero por el que se sentía atraído y al que le ha dedicado su último libro, que saldrá a la venta en primavera.
Durante su charla, el ganador del Premio Pulitzer contó que «casi todas las novelas que escribo es porque de pronto encuentro algo que quiero incluir en un libro, no es un proceso de diseño, tengo mi cuadernos, voy anotando algo que me ha interesado y lo incluyo en un libro y hago que algo ocurra ahí. La idea de que podemos hacer que algo ocurra en algunos sitios es porque es plausible. En 'Grand Central' quise que ocurriera algo allí y eso es lo más importante de la puesta de escena de la historia. Si esa escena es plausible, todo será plausible».
También dijo que con 8 años era capaz de leer, pero con 20 «aprendí en serio». Cuando la imaginación y la lectura seria se combinan, ¿qué ocurre? En ese sentido, contó que «casi todas las novelas que escribo es porque de pronto encuentro algo que quiero incluir en un libro, no es un proceso de diseño, tengo mi cuadernos, voy anotando algo que me ha interesado y lo incluyo en un libro y hago que algo ocurra ahí. La idea es que podemos hacer que algo ocurra en algunos sitio es porque es plausible. En Grand Central, quise que ocurriera algo allí y eso es lo más importante de la puesta de escena de la historia. Si esa escena es plausible, todo será plausible».
El arquitecto Rizzo Pianos dice que «el estilo es bueno pero puede ser un techo dorado. Lo que quiere decir es que uno puede imitarse a sí mismo si tiene un estilo definido. Yo suelo dejar atrás el estilo de mi libro para que después pueda crear algo nuevo para mí mismo. Si no hago más que imitarme a mí mismo lo que haría sería imitar mi último libro».
Por otra parte, dijo no estar acuerdo con Joyce Carol Oates, que el jueves decía en su ponencia 'Escribidores' que todos los escritores tienen que desarrollar su propia voz, «pero creo que hay que tener muchas voces, porque todos nos comunicamos con el mundo con distintas voces. No hablamos igual con un sacerdote que con nuestro terapeuta. Me gusta no hablar siempre de la misma manera y no sonar siempre igual».
¿El estilo y el contenido del libro no es lo mismo? «El estilo se convierte en el contenido y viceversa. Digamos que contenido y continente tienen una relación misteriosa». Carol Oates dijo también que a veces sus historias se le van de las manos. «A mí eso no me pasa», señaló Ford. «Yo soy la autoridad reguladora mundial en mis historias, nadie se escapa. Creo que probablemente puede haber momentos porque soy persona controladora. Probablemente sería mejor escritor si algunas cosas se me fueran de las manos, pero soy muy disciplinado, me entrego a mis tareas todos los días e intento incluir elementos inesperados en lo que hago. Nunca me pregunto qué haría mi personaje sino qué puedo hacer que haga mi personaje. Puedo conseguir que mi personaje haga más cosas de lo que uno creía lo que haría, pero siempre dentro de mi control».
Preguntado también por cómo controla el conflicto en sus novelas, el ganador del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2016 aseguró que «siempre intento que ocurra algo importante, todo el tiempo, y como lector siento que la novela tiene que alcanzar algún punto dramático o un final dramático, pero mucho antes de llegar al final del libro. Yo quiero tener eso, conseguir que en la mitad del libro ocurran cosas que inviten al lector a leer.
Escritura a mano
Asegura también el autor de 'El periodista deportivo' que «escribo a mano, no con el ordenador. Por una razón u otra soy alguien que como era hijo único y con pocos amigos, nunca tuve que compartir nada con nadie, pero como consecuencia tengo la costumbre que no habría escrito algo si no era importante. Y vuelvo siempre a leer lo que escribo. Siento siempre vibraciones como Neruda, que dice que 'el principio de un poema es algo que me golpea el alma', y eso es lo que siento cuando escribo algunas cosas, algo que me golpea. Si sigo sintiendo eso pienso que si voy a poder conectarlo con algo».
También reflexionó sobre el hecho de que sus libros estén traducidos a 35 lenguas. «Eso me hace pensar que todos somos más parecidos que diferentes. La literatura es la institución de esa creencia: aunque no hablemos el mismo idioma, en mi corazón y en el tuyo somos parecidos, amamos y odiamos cosas, tenemos emociones, y eso es lo que compartimos. Gracias a los traductores es posible leer uno de mis libros, tanto en inglés como en farsi. Y eso es maravilloso».
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