En el teatro central
'Highlands', el final de la historia de amor entre Malpelo y Bach
La compañía que encabezan María Muñoz y Pep Ramís presentan la obra que finaliza la trilogía en un montaje con ocho bailarines y ocho músicos
Cuarenta compañías dan vida a una temporada del Central marcada por las obras
Sevilla
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Iniciar sesión'Highlands' es el final de una historia de amor que comenzó hace unos años cuando la compañía Malpelo, que encabezan los bailarines María Muñoz y Pep Ramís, decidieron embarcarse en lo que denominaron Bach Project. 'Highlands' es la última entrega de ... la tetralogía sobre la música de Bach tras más de diez años de trabajos.
Este fin de semana, los días 21 y 22 de octubre, la compañía estrena su última creación en el teatro Central, donde también han desarrollado estos días un taller con bailarines de las más diversas procedencias estéticas.
Todo comenzó en el 2004, con el solo Bach creado a partir de 'El clavicémbalo bien temperado' María Muñoz se dió cuenta de que la música de Bach había sido una constante en el laboratorio de la compañía. Así surgieron obras como 'On Goldberg Variations/Variations' e 'Inventions'.
'Highlands' es la conclusion, «sí, cierra la aventura con Bach, que aparte de pasar por diferentes piezas de este músico, también ha pasado por diferentes formaciones de intérpretes. 'Highlands' es la culminación porque hemos podido juntar a ocho bailarines con un cuarteto de cuerdas y un cuarteto de cantantes y eso nos ha permitido, no sólo apelar a la música instrumental, sino también a la música sacra, incluso en las voces«, dice María Muñoz.
Confiesa que es la primera vez que hacen una compañía con este formato tan amplio, el máximo habían sido siete u ocho en escena. «En realidad viene todo fomentado por la situación que vivimos en la pandemia. Esta obra iba a ser de más gente pero no de tanta gente. Lo que ocurre es que cuando todo se paralizó, decidimos que llamábamos a todos los colaboradores. Se inició en un período en el que nos tuvimos que juntar todos en cuarentena, y estuvimos quince días viviendo todos juntos y decidimos hacer este espectáculo», aclara María Muñoz.
Para Pep Ramís, trabajar con músicos, cantantes y bailarines en escena ha sido complicado, «hay quienes ya trabajan con nosotros hace años y conocen los códigos, pero también aprendes con los años a traducir las herramientas aquello que andas buscando. Pero en realidad, tanto los músicos, cantantes y bailarines han venido con mucha hambre y muchísimas ganas de participar en la pieza, y como director es muy fácil. Cualquier propuesta ha sido bien acogida. Pero es verdad, que los años te ayudan a discernir donde está lo esencial y cómo introducir ahí a la gente y potenciar a cada uno, y ése es el lenguaje que compartimos. Ha sido un proceso muy importante de apoyo mutuo«.
'Highlands' es una pieza coral, aseguran sus creadores, «la actitud de los músicos ha sido de mucha apertura y expectativa. Y el hecho de contar con bailarines que llevan tantos años con nosotros ha sido clave. Sí hemos tenido que hacer un ejercicio de traducción importante para acercar a músicos y cantantes a un universo diferente. No hemos tenido dudas de su relación con el instrumento ni con sus cualidades de interpretación, siempre es más el uso del espacio y de interconectar con otro cuerpo que está bailando. Había que entender la dramaturgia», dice María Muñoz.
Destaca la coreógrafa el trabajo de Fanny Thollot que hace el paisaje sonoro, «porque hace una función técnica pero también compositiva y que ha interactuado con los músicos en su incorporación a la pieza».
En 'Highlands' además de Bach, hay música de Arvo Part, Britten, Purcell, Haendel y Kurtág, entre otros. «Las tres piezas anteriores sólo trabajamos con Bach, pero en ésta nos planteamos la posibilidad de hacer dialogar a Bach con otros músicos y por tonalidades y por temáticas nos ha gustado hacer una especie de homenaje, porque Bach ha influido y sigue influyendo en la música. Son piezas que han sido muy elegidas, ha habido un proceso largo para elegirlas«, dice Pep Ramís. »Hay un hilo de Purcell hacia Bach y otro hacia Britten y luego hay una mirada de soslayo fuerte de Kurtág hacia Bach. La elección más particular, que tiene que ver con la dramaturgia, es la de Arvo Part«, apostilla María Muñoz.
'My heart's in the Highlands, my heart is not here' (Mi corazón está en las tierras altas, mi corazón no está aquí), un poema del escocés Robert Burns, inspira de alguna manera la dramaturgia de esta obra donde no se cuenta ninguna historia, «es una idea que conectaba con lo que queríamos tocar, un lugar que no es en el que estás, sino el que anhelas, hacia el que quieres ir y que es un espacio más conectado con algo más salvaje, con una naturaleza muy brutal a veces. Digamos que es una conexión más espiritual», dicen ambos creadores.
Confiesan que la pieza es muy cambiante, «en nuestros espectáculos siempre estamos poniendo preguntas y las queremos compartir con el público. Entramos en escena como acabamos en los 'Golberg', caminábamos y nos íbamos con un poema, y ahora entramos así« señala Pep Ramís.
La pandemia ronda las creaciones en los últimos tiempos en la mayoría de las creaciones, para María Muñoz empezó cuando comenzaron 'Inventions', «donde se hizo un trabajo destinado a espacios no teatrales y tenía más una cadencia de concierto bailado. Trabajamos con mucha intensidad sobre el repertorio y conformamos el grupo, y se hizo las veces que se pudo en el año de pandemia. Y luego creamos 'Highlands' con todos los elementos de Malpelo».
A ambos les ha cambiado la pandemia, «es imposible no reaccionar ante algo que no entendíamos al principio cómo encajar. Fueron meses de muchas dudas sobre el impacto que iba a tener en nuestras vidas. Para nosotros, sin embargo, fue maravillosa. Estábamos en casa, en el campo y con los niños en casa, y nos encontramos con un pulso vital que te hace reflexionar sobre el stress y cómo se vive hoy en día. Entonces te planteas preguntas. Todo eso sigue siendo un punto de reflexión importante«, dice Pep Ramís.
Para María Muñoz, la pandemia si está en este espectáculo, «está en el corazón de 'Highlands'», dice Ramís, para continuar Muñoz asegurando que hubo tal necesidad de hacer complicidades «vivimos cosas muy fuertes y pensar unirse ante el enemigo exterior y ha generado un grupo que nos echamos de menos. Compartimos la cotidaneidad, y eso une. Lo llamamos la dramaturgia de la cocina, había unas ganas de juntarse impresionante», dice Ramís.
Y para el próximo espectáculo está implícita la pregunta de 'cómo imaginamos el futuro', «eso está. ¿Somos capaces de imaginar otros futuros menos previsibles de caos que se avecina, o seremos capaces de generar un motor que nos permita otras salidas?, esa es la gran pregunta», reflexiona Ramís.
Ahora van a descansar de 'romances' con escritores y compositores, porque van a trabajar en un dúo de ambos autores, comenzando con un laboratorio en noviembre para estrenar el espectáculo en el Grec. «Cada equis tiempo Pep y yo hacemos estos encuentros de vez en cuando para saber hacia dónde queremos ir», asegura María Muñoz.
Y ¿hasta cuando seguirán en escena? No lo saben. «Te planteas cómo hace el tránsito, pero una amiga nuestra nos dijo que no nos mintiéramos, que íbamos a trabajar hasta el final, porque es nuestro motor. ¿Cómo lo vamos a hacer? no lo sabemos, a lo mejor no estaremos tanto en escena... Si hace tiempo nos planteábamos ese puente, ahora ya no, ha dejado de preocuparme. Tenemos preguntas sobre nosotros como intépretes, y nuestras obras siempre tiene mucho de teatral e intentaremos abrir huecos convenientes para la edad que tenemos», reflexiona Pep Ramís. «La danza puede tener muchas edades, lo que hace falta es mantener el deseo«, dice María Muñoz mirando hacia el futuro.
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