novedad editorial
Gervasio Posadas: «A los jóvenes escritores les digo que le pierdan el respeto a la escritura»
El escritor acaba de publicar su novela 'El secreto de mi éxito' (Espasa), donde reflexiona sobre el fracaso y la necesidad de triunfar en la sociedad actual
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Gervasio Posadas ha presentado en Sevilla la 'El secreto de mi éxito'
Gervasio Posadas acaba de publicar su última novela, 'El secreto de mi éxito' (Espasa), una sátira en la que se habla sobre el fracaso y sobre la necesidad que existe de alcanzar el éxito inmediato en esta sociedad de las redes sociales ... que nos ha tocado vivir. La trama cuenta la historia de Gonzalo Montenegro, un escritor en horas bajas que está divorciado y que apenas ve a su hija adolescente, que vive enganchada al móvil y que jamás ha leído un solo libro. Cuando recibe el encargo de escribir la biografía del futbolista más famoso del momento, este autor decide crear una cuenta en Instagram haciéndose pasar por un joven apasionado poeta digital. A partir de ahí le llega el éxito inmediato con miles de seguidores a pesar de estar traicionando sus principios morales y literarios. El director del Ámbito Cultural de El Corte Inglés y de la escuela de Escritura Creativa Yoquieroescribir.com vuelve a sorprender a sus lectores con esta novela.
—¿Por qué nos obsesiona tanto el éxito en la sociedad actual?
—Creo que por un lado el éxito es más fácil de conseguir que nunca. Antes venía mediatizado por un medio como la televisión, la radio o la prensa, pero hoy se ha democratizado el acceso al éxito a través de las redes sociales. No en vano, en España la profesión que más le gustaría ser a los jóvenes es youtuber o influencer porque es un modo de conseguir la fama de forma directa y gratis. Pero no es fácil llegar a esa fama y una vez que se consigue es una servidumbre. Hay que crear un contenido atractivo para la gente y te planteas la duda de si vas a poder mantener el éxito. Ha habido casos de suicidio de personas influencers por la presión de crear contenidos.
—¿Están preparados los influencers para el fracaso?
—Una vez que se consigue el éxito, tienes miedo a perderlo. Parece imposible volver a la situación inicial. Ir a menos siempre es posible. A mucha gente le cuesta el peso de la fama. Estar estirando el chicle durante semanas es complicado.
—También la literatura se está dejando contaminar por ese fenómeno de las redes sociales.
—Es verdad que, de alguna forma, las editoriales buscan un perfil de gente con cierta notoriedad. Es más fácil publicar para alguien que tenga una buena plataforma y si te siguen millones de personas. La calidad literaria es un término opinable en todas las cosas. Lo que en realidad estamos viendo es que hay una sobreabundancia de novela negra, ya que este es el género que le parece más sencillo a la gente que empieza. El éxito no es garantía ninguna de calidad. Hace unos años había bestsellers de calidad literaria, pero hoy en día es más difícil.
«La poesía tiene un público millonario porque sus mensajes cortos se adaptan bien a las redes sociales»
Gervasio Posadas
Escritor
—Gonzalo Montenegro pasa en poco tiempo del fracaso absoluto a un gran éxito cuando se hace pasar por poeta digital.
—Es un hombre que vive muy amargado por su falta de éxito literario. Su momento pasó y ya las editoriales no le quieren publicar. En parte achaca este fracaso a las redes sociales. Tiene una hija de 17 años con la que no conecta y se hace pasar por poeta digital en las redes sociales y se hace viral. Al final se emborracha de éxito y ve que finalmente la gente le hace caso. Sus novelas no se las leía nadie, pero sí sus poesías digitales. Yo creo que la poesía era un género que estaba muy olvidado y limitado a círculos pequeños. Gracias a las redes sociales tiene un público millonario porque sus mensajes cortos se adaptan muy bien a las redes. Hay mucha gente escribiendo poesía que en verdad no crean poesía de calidad, pero conectan con los jóvenes. Existe mucha reticencia hacia esos jóvenes poetas, pero se ha creado un interés por la poesía que no se veía desde hace años. Los poetas salidos de internet están teniendo un gran éxito llenando palacios de deportes y vendiendo miles de libros.
—A lo largo de su obra literaria hay mucha sátira social, como cuando arremetió contra los manuales de autoayuda en 'El secreto del gazpacho'.
—Me gusta dar un enfoque satírico a la realidad. Hacer un comentario humorístico de lo que sucede, pero con un trasfondo de reflexión. Como nexo conductor hay una idea de lo que es la impostura en nuestra sociedad. Al igual que en esta novela el escritor se hace pasar por un poeta joven, en el resto de mis novelas existe la constante de las personas que se hacen pasar por otras. Eso sucede mucho en la sociedad actual, ya que nos hacemos pasar por otras personas. Intentamos dar una imagen más amable.
—También ha abordado con éxito la novela histórica centrándose en personajes tan interesantes como Erik Jan Hanussen, el mentalista de Hitler, o en el traficante de armas Basil Zaharoff.
—A mí siempre me ha gustado mucho la época de la Europa de entreguerras porque hay muchas explicaciones de nuestro mundo actual que se pueden remitir a ese contexto histórico. Hay pocas novelas sobre el ascenso del nazismo. En 'El mentalista de Hitler' busqué un personaje real que existió en el Berlín de los años 30 y que contribuyó al ascenso de Hitler. En 'El mercader de la muerte' rescaté a otro personaje olvidado por el gran público, pero que había contribuido a la creación de ciertas guerras porque era un traficante de armas. Es una época de ambiente prebélico que lo estamos viviendo ahora. Me parecía interesante mostrar el foco de entreguerras en Berlín y el resto de Europa. En la novela histórica hay tendencia por repetir ciertas épocas. Llevamos un tiempo con muchas novelas sobre la guerra civil, es un tema siempre presente. En una novela histórica es difícil encontrar el equilibrio entre el nivel de ese acontecimiento histórico que describes y el nivel de esa trama. Muchas veces los personajes caen en clichés. No es tanto que las novelas retraten una época u otra, sino que repitan clichés que las hacen muy parecidas unas a otras. Las novelas las hacen personas que saben de historia, pero no tanto de narrativa, por eso acaban siendo un manual de historia. Además, muchas veces no se investigan bien los hechos históricos que se retratan y se escriben cosas que no se ajustan a la verdad.
—Tras la experiencia de la adaptación de su novela 'Pájaros de papel al cine, ¿volvería a repetir?
—Esto fue en realidad un proceso a la inversa. Emilio Aragón hizo el guion de 'Pájaros de papel' con Juan José Campanella. A mí me dijeron si quería hacer una versión novelada. No era una idea original mía, pero me encantaría que en algún momento se pudiera adaptar una de mis novelas al formato audiovisual. Creo que hay películas que de alguna forma mejoran el libro, lo cual no es tan fácil. A bote pronto me pasa con 'Doctor Zhivago' y con 'Muerte en Venecia', dos casos en los que veo que las películas son superiores a las novelas originales. También la adaptación de 'Cien años de soledad' de Netflix me ha parecido muy buena. Me gusta cómo han trasladado ese universo del Macondo de García Márquez al formato de serio. Han sido respetuosos con los personajes y con el ambiente de la novela.
—¿Cuál es el principal consejo que le da a los jóvenes escritores que se presentan en su escuela de escritura yoquieroescribir.com?
—Hay distintas cosas que son importantes. Lo primero es leer. Parece una tontería, pero hay mucha gente que quiere escribir sin haber leído de forma concienzuda. Que lean de una forma consciente, buscando la pauta de escritura de los grandes genios. Lo otro es lanzarse a escribir desde un primer momento, sin tener miedo a la página en blanco. Ese miedo inicial a la escritura es contraproducente. Es mejor lanzarse y luego cambiarlo todo si es necesario. Lo más importante es perderle el respeto a la escritura.
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