El hotel que ocupará el antiguo cine Trajano en Sevilla tiene prevista su apertura en septiembre

Este hotel boutique que ocupará el edificio regionalista con 28 habitaciones, presenta una cuidada decoración que ha corrido a cargo del diseñador de interiores Lorenzo Castillo. Según ha publicado en los últimos días en sus redes sociales la constructora Terrats, quien también participa en el proyecto, el nuevo hotel va cogiendo forma. Por ejemplo, algunas fotos mostraban que las habitaciones están montadas a falta de decoración y ropa de cama. La piscina que se ubica en la terraza, también estaría prácticamente lista.

El edificio, cuya superficie total ronda los 2.700 metros cuadrados y que está declarado Bien de Interés Cultural, también acogerá, siguiendo los planes de su arquitecto un teatro en la planta baja. Esta función cultural es de hecho, una característica fundamental que debía preservar el espacio y a la que se debía de comprometer el promotor que tomara las riendas de uno de los ejemplos de arquitectura regionalista que conserva la capital hispalense.

Después

Antes

Fue entre 1920 y 1923 cuando Aníbal González levantó este edificio sobre el que fuera el Hospital Amor de Dios, demolido en 1860. De hecho, el pasado año durante las obras del que será el nuevo hotel Cristine Bedford se hallaron restos óseos que se remontan a esta época, donde bajo el hospital que se levantó en el siglo XVI existió un cementerio.

Ya en los años 20 del pasado siglo, primero como Teatro López de Rueda y después como Salón de Variedades Lido, tiempo en el que ganó popularidad, por el edificio neomudéjar pasaron infinidad de artistas. Durante la Guerra Civil abandonó su función cultura para servir de prisión militar. Fue durante la posguerra cuando el edificio pasaría a ser el cine Trajano. En sus inicios acogió todo tipo de películas, para después especializarse en el cine para adultos. Se convirtió en la Sala X más amplia y popular de la ciudad, estando en funcionamiento hasta el año 2003. El edificio fue declarado en ruinas en 2014 y en 2015 se incluyó en el registro municipal de solares abandonados.

El promotor inmobiliario madrileño, Emilio Castillejos, se hizo con el inmueble en 2019. Sus intenciones de convertirlo en un hotel que recuperara la estética que presentaba durante los años veinte, se vieron truncados por una multitud de trabas que Urbanismo y Patrimonio interpusieron a su proyecto. Entre sus ideas estaba la de conservar la gran montera de cristal y forja que coronaba el patio de butacas del que fuera salón de variedades; finalmente, la espera y las inclemencias meteorológicas la dejaron completamente vencida. Más de año y medio se retrasó la licencia de obra. Poco tiempo después Castillejos vendió el edificio a otra promotora.

La última de las batallas con las que ha tenido que lidiar la antigua Sala X fue la intención el pasado mes de abril por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla, fue la voluntad de sancionar al promotor por llevar a cabo «obras sin la necesaria autorización y sin dar respuesta» a los requerimientos de dicho organismo. Entre otras cosas el acuerdo ordenaba «limitar a lo estrictamente necesario la compartimentación de la cubierta en torno a la montera, permitiendo su recorrido perimetral tal y como estaba previsto en el proyecto inicial».