Tras haber sido condenado a cinco años de internamiento en un centro de menores, este joven marroquí ha 'reaparecido' dando una brutal paliza a un niño de 11 años y a su abuelo en un domicilio de Los Pajaritos. Según ha podido saber este periódico, el asesino de María Gracia Martínez ha vuelto a ser detenido junto a otro marroquí por asaltar y agredir a los moradores de esta vivienda en la calle Pez Volador, en Los Pajaritos. Los agentes les atribuyen posibles delitos de robo con fuerza de las cosas, robo con violencia e intimidación. Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana de este martes.
Aunque las causas por las que ambos individuos accedieron a esta vivienda aún se están investigando, la Policía Nacional pudo dar con ellos y ambos han sido detenidos. En esta ocasión, el asesino de la limpiadora ya es mayor de edad y sus delitos podrían ser pagados con penas de prisión. María Gracia Martínez, de 62 años de edad, murió en el hospital Virgen del Rocío a consecuencia de las graves lesiones que el menor le provocó tras golpearle con una barra de acero en los vestuarios de los empleados de Nervión Plaza.
Un crimen espeluznante
Tras huir del escenario del crimen, agentes de la Comisaría de Nervión y del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional pudieron dar con él gracias al visionado de las cámaras de seguridad del centro comercial. En el momento de la detención, María Gracia ya había fallecido tras haber ingresado en el Virgen del Rocío en estado crítico con un traumatismo craneoencefálico y diversas fracturas y contusiones. También hirió, aunque de menor consideración, a una compañera de la víctima que trató de mediar.
Unos meses después del crimen, el Juzgado de Menores número 3 de Sevilla lo condenó a cinco años y seis meses de internamiento tras un acuerdo que alcanzaron la Fiscalía y la defensa del menor marroquí, para quien el Ministerio Fiscal solicitó en un principio seis años de internamiento. Se trataba de la mayor condena posible puesto que en aquel momento era menor de 16 años. Por otro lado, el Juzgado de Primera Instancia número 14 de Sevilla condenó unos años después a Nervión Plaza a pagar 73.814 euros a los hijos de la limpiadora por las medidas «insuficientes e ineficaces» de seguridad del recinto que habían quedado en evidencia con la muerte de la trabajadora.
Aquella condena también arrojaba culpa sobre la madre del menor por haber incumplido su deber de custodia, además de por los fallos en la educación que recibió el adolescente, quien llevaba tiempo dando muestras de su mal comportamiento. Este individuo llegó a España junto a su hermano cuando su madre se casó con un español. Ya en Marruecos, el niño se había criado en el seno de una «familia desestructurada», advertía la sentencia.
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