«La malversación se va a quedar en una multa y esto es un gran retroceso en la lucha contra la corrupción»

-¿A los condenados por los ERE les puede beneficiar la modificación del delito de malversación?

-A bote pronto diría que sí y que obligará a una revisión de la sentencia. Esta modificación, al introducir el ánimo de lucro personal, que no existía, altera la esencia de este delito, que es destinar fondos públicos a fines distintos a los asignados. Ese ha sido el delito de malversación de toda la vida y el delito final de toda la fase de la corrupción política: primero se comete un cohecho, después se comete una prevaricación y luego la malversación. Con esta modificación y ese concepto ambiguo de «grave quebranto» que se ha introducido, la malversación se queda en una multa y una pena de inhabilitación. Pero nadie irá a la cárcel por este delito como hasta ahora. La van a convertir en una especie de apropiación indebida pero no del dinero de un particular sino de dinero público.

-¿Será un paso atrás en la lucha contra la corrupción política?

Sí Se ha desnaturalizado el Código Penal y, en especial, el delito de malversación.

-¿Por qué no se ha rectificado aún la ley del «sí es sí» cuando se ha visto que producía efectos contrarios al deseado y reducciones de condena a violadores?

-Esta ley hay que valorarla positivamente en términos generales. Pero en la parte penal al suprimir el delito de abuso sexual e integrarlo en el de agresión sexual, se ha tenido que modificar a la baja el rango de penas previsto para la agresión, porque si no se castigaría con cinco años tocarle el culo a una mujer, por expresarlo de una manera que se entienda. En cualquier caso, esta unificación no me parece lógica porque no es lo mismo una agresión sexual con violencia o intimidación que una agresión sexual en la que se busca el acceso carnal mediante un engaño, fármacos o abuso de la vulnerabilidad. Esto merece un reproche penal pero la agresión con violencia debe merecer un reproche penal mayor. En nuestro Código Penal un robo con violencia está más castigado que un robo con fuerza o un hurto.

-Dice la ministra de Igualdad, Irene Montero, que los jueces deben interpretar «bien» esta ley y ha acusado de «machistas» a los que no lo hicieron, según su criterio.

-La revisión de penas que se está produciendo no depende del criterio del juez sino que es automática. La tiene que aplicar sí o sí porque es una norma fundamental de nuestro ordenamiento jurídico que siempre se tienen que aplicar retroactivamente las leyes que beneficien al reo. No es, pues, algo discrecional del juez sino una decisión mecánica por la aplicación de las penas de la nueva ley y por eso no hay diferencias de aplicación ni de criterio entre unos jueces y otros, o el propio Tribunal Supremo. Si el mínimo de cuatro años ya no existe y ahora se ha bajado a 3 y se condenó por 4, la pena pasa automáticamente a ser 3.

-Que diga que los jueces son machistas sorprende cuando más de la mitad son mujeres.

-Sí, en las nuevas generaciones de jueces el 70 por ciento son mujeres. Creo que los autores de esta ley sabían perfectamente que esto se iba a producir porque además se les advirtió.