Antonio Tejado, en la cárcel por el robo en la casa de su tía, María del Monte, va a contar su versión

El lunes 12 de febrero los ocho detenidos fueron puestos a disposición judicial. Ante el juez de Instrucción número 16 de Sevilla Antonio Tejado y tres de los investigados se acogieron a su derecho a no declarar. Los otros cuatro sólo respondieron a preguntas de sus defensas. El instructor acordaba el ingreso en prisión de Tejado y cinco más por pertenencia a organización criminal, robo con violencia, detención ilegal, lesiones y amenazas.

Una vez que se han escuchado los testimonios de las cinco personas que aquella madrugada estaban en la vivienda de Gines (María del Monte, Inmaculada Casal, la hija de ésta y su pareja, y la asistenta del hogar), la defensa de Antonio Tejado, que ejerce el abogado Fernando Fernández Velo, ha solicitado que su cliente sea llamado para declarar. La solicitud formal se ha presentado este martes.

Ahora queda que el juez encuentre hueco en su agenda, aunque se prevé que no sea muy tarde, ya que ha sido el propio instructor, hasta en dos veces, quien ha planteado a las defensas si querían que sus clientes volvieran a ser interrogados. Hasta el momento se desconoce si lo han pedido otras partes personadas.

La Guardia Civil y el juez instructor, en el auto de prisión, ubica a Antonio Tejado como el autor intelectual del robo a la casa de María del Monte, al facilitar a los otros miembros de la banda los datos oportunos para llevar a cabo el plan. Incluso los «coló» por la parte trasera del inmueble.

Tejado llamó de forma insistente, según contaron las víctimas al juez, a María del Monte e Inmaculada Casal en los días y horas previas al robo para garantizarse que su tía estaba el día de los hechos en su casa. La excusa era que le quería dar un perro para garantizar la seguridad en su casa.

El objetivo real era que ella tenía que darle a los ladrones la clave de la caja fuerte, de la que se llevaron un botín de joyas, relojes y otros objetos valorado en un millón de euros. Los investigadores señalan que fue un asalto violento, llegando incluso a maniatar y amenazar a Inmaculada Casal.