Defensas bajas: qué síntomas provocan y cómo subirlas
Las defensas hay que trabajarlas desde diferentes frentes
Abc Salud
El invierno es época de gripes y catarros, pero algunas personas no consiguen recuperarse de uno cuando ya están metidos en otro. ¿Será que tienen las defensas bajas? Si tenemos alterado el sistema inmunitario sufrimos de infecciones frecuentes (respiratorias, por hongos), cansancio, falta de ... sueño, palidez, apatía, pueden ser algunos de los síntomas, explican desde la Sociedad Española de Inmunología.
No existen pastillas o alimentos mágicos para conseguir unas defensas fuertes . Hay que trabajarlo desde varios frentes: forma física, alimentación adecuada, higiene del sueño correcta y poniendo atención también en nuestra salud mental.
La Sociedad Española de Inmunología ( SEI ), en un documento elaborado por los doctores Alfredo Corell y África González, señala los aspectos en los que podemos incidir para mejorar nuestras defensas:
- Vacunación : Es una de las mejores medidas preventivas para evitar contraer enfermedades infecciosas.
- Ejercicio : Moderado. Tan negativo es el sedentarismo como una actividad muy intensa porque incrementa el número de infecciones. «De hecho los deportistas de fondo de élite terminan las temporadas inmunodeprimidos», advierten en el documento de la SEI.
- Sueño : Para tener un correcto ritmo circadiano, con producción de hormonas que son necesarias para el desarrollo de los leucocitos (melatonina), se necesitan 7-8 horas de sueño.
-Una higiene adecuada evitará la exposición a patógenos.
- Consumo de alcohol, drogas, tabaco . El consumo de tabaco es muy dañino porque « altera toda la línea de defensas en nuestra mucosa respiratoria , y está en el origen del desarrollo de diversos tipos de cánceres», señalan. Igualmente el consumo de alcoholes destilados y drogas tiene «efecto inmunosupresor , con unos mecanismos muy parecidos a los que se producen en situación de depresión o estrés». «Hasta hace poco se indicaba que la ingesta moderada de vino o cerveza podría ser «inmunosaludable». Debemos aquí negarlo y distinguir que un placer durante una comida no lo debemos identificar como saludable: que no afecte negativamente al sistema inmunitario no es sinónimo de salud (hay muchos efectos secundarios muy dañinos)», apuntan en el documento de la SEI.
- Alimentación : Con una alimentación variada, rica en legumbres, verduras (la fibra es el mejor prebiótico), cereales, frutas frescas, carne, huevos, pescado, lácteos tenemos los nutrientes adecuados para un correcto sistema inmunitario. La SEI destaca algunos macro y micro nutrientes que si retiramos de la dieta produciran un aumento de infecciones: por ejemplo el zinc, selenio, vitaminas C o E, entre muchos otros. Pero aseguran que no es necesario tomar ningún suplemento en condiciones normales. Sí que recomiendan evitar «dietas extremas» que excluyan nutrientes esenciales de nuestra alimentación diaria.
- Evitar el estrés : Vivir con estrés permanente es muy perjudicial porque se libera cortisol (hormona inmunosupresora). Por el contrario, una vida relajada es muy beneficiosa para el sistema inmunitario. «Las personas con mayores y mejores relaciones sociales tienen sus defensas más cuidadas. De nuevo, porque el estado de satisfacción ayuda a liberar hormonas inmunopotenciadoras», aseguran desde la SEI
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