Un carnicero indica cómo debes congelar la carne y advierte sobre una práctica habitual en España que debes evitar: «No es conveniente»

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A. Cabeza

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Para garantizar una buena conservación, los carniceros subrayan que lo ideal es congelar la carne de la forma más rápida posible. Cuando el proceso es lento, se generan cristales de hielo grandes que afectan la estructura de la carne, mientras que una congelación rápida minimiza este efecto.

Además, también recomiendan envolver bien cada pieza para evitar la formación de escarcha y separar los filetes en porciones individuales en lugar de apilarlos unos sobre otros. De este modo, se evita que se congelen en bloque y se facilita su uso posterior.

Sin embargo, el punto clave para mantener la calidad del producto es la descongelación. Muchos hogares caen en el error de acelerar este paso por comodidad, sin ser conscientes del impacto que tiene en la calidad final del alimento.

Cuando la descongelación es demasiado rápida, por ejemplo, sumergiendo la carne en agua caliente o usando el microondas, se produce una pérdida de jugos y nutrientes que afecta tanto el sabor como la textura. El método más aconsejable es trasladar la carne del congelador al frigorífico con al menos 24 horas de antelación, permitiendo que el proceso se realice de manera gradual.