Tamara Falcó derriba prejuicios y gana «MasterChef Celebrity» bajo la atenta mirada de Isabel Preysler y Vargas Llosa

Su arrolladora naturalidad, a pesar de haberse criado en una de las familias más mediáticas del papel couché, y sobre todo su simpatía han eclipsado a histriónicos compañeros como Boris Izaguirre, y su talento culinario ha terminado imponiéndose al de otras favoritas para ganar el programa de la cadena pública, como Ana Milán.

Pero sin duda ha sido el desparpajo mostrado por la hija de Isabel Preysler entre fogones el que ha encumbrado el periplo televisivo de Tamara Falcó, la gran revelación de la cuarta edición de «Masterchef Celebrity» , que este miércoles se coronó en la final del formato de La 1. Un programa en el que ha dejado grandes momentos para la posteridad.

Todo por unas bragas. Podría resultar curioso en un programa como «Masterchef Celebrity», donde lo importante son las ollas, el aceite y hasta las esferificaciones, pero lo es algo menos teniendo en cuenta que la simpática conversación se produjo entre Yolanda Ramos y Tamara Falcó.

En uno de los programas, Boris Izaguirre y la humorista charlaban acerca los años noventa cuando esta confesó lo asidua que era a los mercadillos. «Yo, tocaba viernes, mercadillo. Seis bragas, 25 pesetas de entonces» , aseguró Yolanda Ramos, ante la atónita mirada de Tamara Falcó, que no daba crédito: «¿Te comprabas bragas en el mercadillo?». «Toca esto, nena, y te hacían tocar, y te lo envolvían en papel de periódico», respondió la actriz, mientras Izaguirre se reía. «¿Y luego te las ponías?», dijo la hija de Preysler , incapaz de comprender el gusto de su compañera en Masterchef Celebrity, al tiempo que le daba un manotazo como si hubiera cometido un pecado.

Los que sí y que no, las risas y las miradas cómplices entre Jordi Cruz y Tamara Falcó han desatado los rumores sobre un posible idilio entre ambos durante el talent show, a pesar de que el estricto chef, siempre serio y riguroso con casi todos los famosos aprendices de «Masterchef Celebrity» excepto con la hija de Isabel Preysler , tiene novia fuera del programa, la brasileña Rebecca Lima.

Después de un berrinche de Jordi por un comentario de Tamara durante una prueba, y ante la incapacidad de sus compañeros de conseguir montar un helado, la hermana de Enrique Iglesias le pidió perdón. Jordi, en el momento en el que escuchó de boca de Tamara Falcó que le pedía disculpas, quería obtener algo más para volverse a poner la chaquetilla. Bajo petición de Jordi, la hija de Isabel Preysler le dio un beso en la mejilla al juez que, bajo la excusa de no haber sentido el gesto, pidió que lo repitiera. En ese segundo beso, Cruz aprovechó y acercó sus labios a los de Preysler, casi besándose en la boca. En la final de este miércoles, ambos dejaron otro beso para la posteridad.

Cualquiera que vea a Tamara Falcó, dulce y elegante, desollando conejos, podría pensar en el sacrificio que supone tal experiencia para la hija de Isabel Preysler. Sin embargo, sucedió todo lo contrario, ya que Falcó disfrutó como una niña pequeña con un juguete nuevo de la exigente (y para muchos desagradable) prueba que «Masterchef Celebrity» puso en su camino.

«Coger ese hacha y hacer ¡zas! es muy gratificante», llegó a decir la finalista de «Masterchef Celebrity», que justificaba así su hasta el momento desconocida afición: «Nunca me han dejado hacerlo en casa, no sé, es una cosa frustrada que tengo» .

Y todo ese buen rollo... desperdiciado. Al menos durante el tenso enfrentamiento qu afloró entre la humorista Anabel Alonso y Tamara Falcó, que tuvieron un encontronazo en el programa a principios de mes.

En una prueba de exteriores, la actriz le preguntó que cómo avanzaba su cocinado, a lo que le contestó con un «aquí estoy...». «Tamara, contesta, soy la capitana» , le reprochó, algo que llevó a ambas a explotar. Fue entonces cuando la nueva capitana le pidió algo más de movimiento. «Entiendo que como delantal dorado te hayas relajado...», le dijo Alonso, lo que llevó a su compañera a explotar.

«No es verdad», empezó a contestar en bucle, algo que provocó que le rebatiera automáticamente. Esto llevó al cabreo de las dos, que se distanciaron durante el resto del cocinado. « A mí no me gusta discutir, pero no me gusta menos que me falten al respeto . Por eso, cuando Anabel me ha faltado el respeto la he puesto en su sitio», dijo Tamara, diciendo que «si me la hubiera encontrado por la calle la habría contestado igual».

Anabel, por cierto, fue la única aspirante que no estuvopresente en la final de «MasterChef Celebrity», que coronó a Tamara como la nueva ganadora del programa de La 1. La «socialité», así las cosas, cogió el testigo de Ona Carbonell y consiguió conquistar el corazón de toda España.