El canciller alemán, rotundo sobre la participación de su país en Eurovisión si la UER expulsa a Israel: «Es un escándalo que se esté discutiendo»

Algunos países ya se han pronunciado al respecto. Es el caso de España, único integrante del denominado Big Five que ha anunciado su decisión de retirarse de Eurovisión en el caso de que Israel finalmente participe. El Consejo de Administración de RTVE aprobó el pasado 16 de septiembre la propuesta del presidente, José Pablo López.

De esta forma, España se sumó a otros países como Países Bajos, Eslovenia e Irlanda, que también se han mostrado a favor de expulsar al país liderado por Benjamin Netanyahu del certamen europeo.

El último país en pronunciarse al respecto ha sido Alemania, que el pasado 20 de septiembre ya criticó duramente las amenazas de algunos países europeos de boicotear Eurovisión si Israel participaba.

En concreto, el ministro de Cultura germano, Wolfram Weimer, calificó estos ataques de politización de un evento cultural y de formar parte de «la cultura de la cancelación»: «Precisamente porque Eurovisión nació sobre los escombros de la guerra, no debería convertirse en un escenario para la exclusión».

Este domingo, Alemania dio un paso más en su posicionamiento dentro del conflicto. El canciller alemán, Friedrich Merz, amenazó con la retirada de su país de la próxima edición del festival si finalmente la UER excluye a Israel.

Al ser preguntado sobre si Alemania debería renunciar voluntariamente a participar en el festival, el canciller señaló que «lo apoyaría». «Creo que es un escándalo que se esté discutiendo siquiera. Israel tiene que estar allí», aseguró en una entrevista concedida a la cadena estatal ARD.

De esta forma, Alemania ha vuelto a manifestar su apoyo al país hebreo, con el que siente una responsabilidad histórica debido al Holocausto nazi. Según el programa 'Deutschlandtrend' de ARD, el 65% de los alemanes cree que los artistas y atletas israelíes no deberían ser castigados por las acciones del gobierno israelí y, por tanto, no deberían ser excluidos de grandes eventos internacionales como Eurovisión.

Pero Alemania no ha sido el único país que ha manifestado su apoyo a Israel. También lo han hecho Dinamarca o Austria, el país anfitrión de la próxima edición. En un comunicado publicado en su cuenta de X, la ministra de Asuntos Exteriores, Beate Meinl-Reisinger, insistió hace unas semanas en que el concurso «es un símbolo de paz, unidad e intercambio cultural, no un instrumento para imponer sanciones».

Además, la ministra de Asuntos Exteriores austriaca remitió una carta a sus homólogos europeos en la que advirtió que expulsar al país hebreo de Eurovisión «no mejoraría la situación en Israel y Gaza».

Mientras tanto, la radiotelevisión pública de Israel (KAN) continúa defendiendo su candidatura en el certamen. «No hay razón para que Israel no siga siendo una parte importante de este evento cultural, que no puede volverse político», defendió el consejero delegado de KAN, Golan Yochpaz, hace unas semanas.

Recientemente, además, la KAN ha anunciado que volverá a seleccionar a su representante a través del concurso de talentos 'La próxima estrella de Eurovisión'.