El desencanto de un Benidorm Fest que ganará, salvo sorpresa de última hora, Agoney o Blanca Paloma

Era por tanto casi imposible no caer en el pensamiento de que, como en toda secuela de un taquillazo, más es más. Se equivocan. Más participantes. De 14 a 18. Iban a ser 16 . Presentadores con más tirón, pero menos tablas. Donde esté Alaska que se quite Mónica Naranjo. Se salvó Inés Hernand, que se crece sin guion. Más programas especiales. La previa de cada semifinal rompió la magia del espectáculo al mostrar las bambalinas y los ensayos de esa misma tarde, destripando así las actuaciones. Más metros cuadrados de plató en el palacio de deportes de Benidorm. Más jueces. Nacho Cano se cayó del plantel. La presión era también mayor, pues apenas había expectativas en torno a un proceso de selección que, sin 'Operación Triunfo' como lanzadera, llevaba varios años en piloto automático. No podía repetirse el doble fiasco de Blas Cantó.

Sin embargo, la segunda edición del Benidorm Fest ha sido un jarro de agua fría. Quizás porque no ha habido dos claras favoritas entre el público, el experto y y el novel, como Tanxugueiras y Rigoberta Bandini, en pleno apogeo. Estaba la reivindicación de la lengua (el gallego) y de la teta (el feminismo). De la mujer en general. Quizás porque este año no ha habido un grupo mítico como las Azúcar Moreno. Ellas aportaban lo 'kitsch', el petardeo, que la vida son dos días. Sí, en el ADN del Benidorm Fest está el dar una oportunidad a jóvenes promesas, pero esta segunda edición está llena de anónimos. Y de concursantes de 'OT'. Ningún famoso a la espera de una segunda oportunidad. Es como si los Goya o los Oscar nominaran solo a películas que nadie ha visto. Es tal el bajón del Benidorm Fest que la segunda semifinal, programada el jueves, tuvo menos audiencia que la primera el martes. Debería haber sido al contrario. Poco más de un millón de espectadores. Hace un año, la final rozó los tres millones, pendientes de una resolución que se convirtió en debate de estado.

Dos claros favoritos hay también este año; uno por semifinal. El martes , Agoney fue el más votado por jueces y público: 161 puntos. El jueves, Blanca Paloma , que ya estuvo en la anterior edición, logró 167. El canario, bautizado en 'OT' y confirmado en 'Tu cara me suena', quedó en primera posición con 'Quiero arder' , una propuesta eurovisiva en forma (el baile) y fondo (el orgullo gay con pescozón al opresor). La ilicitana, con 'Eaea' , apuesta otra vez por el flamenco; una propuesta más cañí que la de su contrincante que poco o nada puede hacer en un festival como Eurovisión. Pero quién sabe. Todo depende de las propuestas de los otros países. Si Chanel caló fue porque nadie le hacía sombra como diva. A Agoney (27) y Blanca Paloma (33), cada uno estrella en lo suyo, les acompañarán esta noche (22.10) en la gran final del Benidorm Fest 2023 , retransmitida por La 1 y por RTVE Play, José Otero, Karmento, Vicco (su ' Nochentera' , la canción más discotequera, cerrará la gala), Alice Wonder (¡que no Cooper, Rodrígo Vázquez !), Fusa Nocta y Megara. ¿Llevaremos rock este año? ¡Por pedir que no sea!