Disney+ despide 'Con amor, Víctor', su ligera serie juvenil que trasciende la temática gay

La continuación televisiva, estrenada en 2020 y creada por Isaac Aptaker y Elizabeth Berger ( 'This is us' ), mantuvo en el título la correspondencia epistolar, pero cambió el remitente. Quien escribía los correos electrónicos , o más bien los mensajes directos de Instagram, ya no era Simón ( Nick Robinson ), sino Víctor (Michael Cimino), un adolescente hispano, aficionado al baloncesto, que acaba de llegar al mismo instituto en Atlanta (EE.UU). A Víctor, también en el armario, no le hace gracia tal precedente y en mitad de la confusión se echa novia. El enredo está escrito. Ese es el único vínculo entre la serie, cuya tercera y última temporada llega de golpe este miércoles 15 a Disney+ España , y la película, basada en una novela de similar título publicada en 2015.

'Con amor, Víctor' , aunque su desenlace definitivo resulte apresurado y no suficientemente genuino, se ha beneficiado de la narrativa televisiva para trascender el 'fueron felices…'. La primera temporada finalizó con la obligada revelación ante la familia, conservadora y católica, por lo que la segunda y mucho mejor desarrolló las consecuencias, no todas positivas inicialmente. Con esta serie, Disney+ tenía el titular garantizado por su inclusión y diversidad, pero a los guionistas les interesaba por igual o más el resto de personajes, la mayoría heterosexuales, y tramas, las personales, las amistosas, las románticas y las familiares.

«Queríamos dar a todos un final que satisficiera a los seguidores», cuenta Berger en videollamada con ABC. Ellos sabían que estos nuevos ocho episodios iban a ser los últimos, por lo que había cierta presión para caer de pie . No siempre se tiene en televisión tal oportunidad. Para su productor ejecutivo y guionista Brian Tanen, lo más emocionante de 'Con amor, Víctor' es remozar clásicos de la comedia romántica. Aquí, el 'mejor amigo gay' –un estereotipo del género– no es un secundario descarado, sino un protagonista dispuesto y encantador que, a pesar de sus muchos errores, tiene siempre al público en el bolsillo.

Y aquí, el mejor amigo es heterosexual… y está enamorado de la hermana menor del protagonista. «Tenemos un triángulo amoroso gay entre adolescentes y eso no se ve frecuentemente en televisión; amigos convirtiéndose en quizás algo más…», amplía Tanen. El inicio de la tercera temporada resuelve rápida y astutamente a qué chico elige el protagonista: si a su primer amor, del que acaba de descubrir que es alcohólico, o de un nuevo amigo, de familia iraní y musulmán, cuya manera de ser, de hablar y de vestir no es siempre bien recibida.

«Siempre fue importante que la historia fuera el viaje de Víctor, primero y ante todo, pero también sus amigos y su familia», añade Aptaker. Él se queda con el impacto, al final positivo, que tiene la salida del armario de Víctor en su familia. Los padres, a los que interpretan James Martinez ( 'Día a día' ) y Ana Ortiz ('Betty'), también tienen de qué preocuparse: su propio matrimonio. «Tus amigos en el instituto y la familia –cómo te trata– son posiblemente igual de importantes que tu pareja sentimental. Encontrar un punto medio con su familia y encontrar amigos que le quieran y le apoyen ha sido una parte fundamental del viaje de Víctor durante estas tres temporadas. Está todo bajo el paraguas del amor», amplía Berger.

La serie de Disney+ , aunque pise sobre mojado, también aborda problemas como las enfermedades mentales y las adicciones, o sea, qué pasa en las casas de los adolescentes estadounidenses protagonistas. Víctor –he aquí la cuestión– no es el único con un drama entre las manos. Y para cada uno, el suyo es el más importante: un padre ausente, una madre estricta… Y aún así –comenta Elizabeth Berger– tenían que mantener la ligereza y el humor característicos de la ficción. Uno puede enamorarse locamente en el instituto mientras su madre, encerrada en casa, tiene depresión.

A 'Con amor, Víctor' se le podría achacar que sus adolescentes son demasiado sensatos. Su cocreador Isaac Aptaker sí cree que lo son: «Cuando te diriges a un público adolescente, no puedes ser condescendiente». Y el amor del título, a veces, lleva al sexo, en las antípodas de otras series como 'Elíte' . «Queríamos que nuestros personajes actuaran de manera responsable, que se lo pensaran dos veces si este era el momento adecuado…», avanza Tanen. Esta tercera temporada, al igual que en la segunda, hay una historia sobre 'perder la virginidad', pero el desenlace es diferente. No esperen nada provocador. La serie puede verse en compañía. «Queríamos que los personajes gays tuvieran las mismas experiencias que los heterosexuales en historias ambientadas en institutos», concluye Tanen.