Jóvenes divinos, niñatos odiosos

La interpretación tiene la ventaja de que a los pequeños intérpretes les dan un texto adulto y los dirige otra persona por lo general madura. Como la fotogenia carece de edad, no es raro encontrar chavales que, bien guiados, brillan desde sus primeros pasos, como Saoirse Ronan , las hermanas Fanning , Freddie Highmore y el niño de El sexto sentido .

No menos mérito tiene quien descubre el diamante, a veces la persona encargada del casting y, otras, el director, salvo Hitchcock . Por eso es tan injusto darle un Oscar a un chaval tierno. Pasada la infancia, que no la fase eterna de aprendizaje, ya se puede calibrar la talla de una estrella de las pantallas. La cosecha de 2020 , tan aciaga, ha sido generosa en jóvenes talentos.

En España acabamos de vivir el estreno de FoQ: el reencuentro . Sus protagonistas ya están pasados para darse aire de noveles, pero su regreso ha servido para comprobar que no siempre llega más lejos quien brilla antes.

Bárbara Lennie nos confesó hace poco que ella no destacaba en la escuela de arte dramático. Y mira. En El desorden que dejas se mide con un puñado de aspirantes, como Arón Piper , con más éxito en las redes que Spider-Man . El muchacho es guapo y tiene una confianza en sí mismo que habría hecho dudar a Mike Tyson . Llevarse bien con la cámara es sobre todo genético. Si adquiere lo que se aprende, que ya tiene mucho convalidado, llegará lejos.

Piper recuerda a Nick Robinson , también enamorado de su profesora en A teacher . Kate Mara no está mal, pero ni ella supera a Bárbara Lennie o Inma Cuesta , ni Robinson mejora a Piper, salvo en su registro calmado. La historia es muy distinta. Frente a las dotes de camello de Carlos Montero , Hannah Fidell pone el acento, sin chorrear moralina, en la responsabilidad de la maestra adulta, incluso si hay consentimiento y el chico ha cumplido los 18.

Entre los adolescentes abofeteables, antes de que prohíban el adjetivo, el elegido es Jack Dylan Grazer por We Are Who We Are . Él hace su papel, que conste. Igual habría que discutir con Luca Guadagnino . En HBO la mejor juventud está en Euphoria y La amiga estupenda .

La protagonista del año es Anya Taylor-Joy en Gambito de dama . Sus ojos devoran conocimiento y son un imán, sin los recursos morados de la Elizabeth Taylor que jugaba con Lassie.

Como pareja vencedora en 2020, los protagonistas de Normal People ofrecen un nivel sobresaliente de interpretación, sostenidos por los silencios, las miradas y sus propios cuerpos. Daisy Edgar-Jones tiene detalles de Audrey Hepburn sexualizada. Está condenada a hacer de lista. Paul Mescal parece un héroe griego o romano, un tipo tosco con alma de poeta. Sin discutir los vaivenes de su relación o la ineficacia del ser humano a la hora de aparearse, sus actuaciones son un prodigio de entrega casi total, de lanzarse a tumba abierta sin perder el control.