Crítica
«La doctora de Brest» (**): Apisonadora en la farmacia
Emmanuelle Bercot dirige esta crónica de la investigación y denuncia de un equipo de médicos contra una compañía farmacéutica
OTI RODRÍGUEZ MARCHANTE
Hay dos dianas en esta película en las que clavará certera su mirada el espectador: la historia real que se cuenta de la doctora Irène Frachón , que luchó como un vikingo contra una potente industria farmacéutica francesa, y la interpretación que del personaje ... hace Sidse Babett Knudsen (la de “Borgen”), tan agobiante, lenguaraz y entregada a su causa hasta el justo borde de lo cargante que equilibra un poco ese tópico y obligado alineamiento en la idea de «David contra Goliat».
La tragedia de varios centenares de muertos a causa de la comercialización de un medicamento con letales efectos secundarios en el dobladillo de su prospecto lo convierte la directora Emmanuelle Bercot en una crónica de la investigación y denuncia de un equipo de médicos contra la Administración y la compañía farmacéutica… El ritmo, endiablado, lo marca el azogue vital y verbal de ese personaje, incansable como una apisonadora, tal y como lo retrata la película y tanto en lo laboral como en lo familiar. El gran acierto de Bercot es conseguir el claroscuro del personaje, lleno de aristas (es muy buena la interpretación, pero por antipática y rompebalones), y subrayar así aún más la nobleza y éxito de su empresa.
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«La doctora de Brest» (**): Apisonadora en la farmacia
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