El desafío del «dictador» Sacha Baron Cohen en los Premios Oscar

Baron Cohen iba vestido con el uniforme blanco lleno de condecoraciones, banda incluida, que utiliza su personaje, enorme barba negra y gafas de sol, con una urna cineraria en las manos que simulaba ser la del fallecido líder de Corea del Norte, Kim Jong-il .

El actor, custodiado por dos guardias femeninas vestidas con traje militar de minifalda, trató de esparcir cenizas de la urna por la alfombra, momento en el que fue abordado por los miembros de seguridad de la gala.

Los Oscar «me dan la oportunidad de traer a mi querido amigo y pareja en los dobles de tenis, Kim Jong Il», dijo Baron Cohen. «Él soñaba con venir a los Oscar y ser rociado sobre la alfombra roja y el pecho de Halle Berry ».

Cuando un periodista le preguntó quién lo había vestido, el actor respondió: « Galliano . Pero las medias son de Kmart (un supermercado económico). Como me dijo una vez Saddam Hussein , las medias son medias, no gastes tu dinero en eso».

Baron Cohen había anunciado su intención de llegar a la gala vestido como el personaje de su último trabajo, un líder totalitario que quiere impedir que la democracia llegue a su país.

Sin embargo, la Academia de Hollywood afirmó que no quería que el actor apareciera vestido de dictador . Aunque no se le prohibió la entrada al Hollywood & Highland Center, sí se le advirtió que no sería bienvenido.

No es la primera vez que el cómico se convierte en protagonista de la alfombra roja. En 2006, Cohen llegó al Festival Internacional de Cine de Toronto vestido de Borat, el protagonista de una comedia protagonizada por él.

Tres años después, apareción en los premios MTV disfrazado de Bruno, para promocionar otra película. Durante la gala hubo un incidente entre el actor y el cantante Eminem, que abandonó la gala visiblemente disgustado. Luego se supo que todo fue una broma de los dos.