Galicia
UPyD espera el fin de la tempestad
Los de Rosa Díez desean que los problemas en su delegación gallega sean ya cosa del pasado. Su actual coordinador cree que pueden crecer
Corría el año 2009 y el bipartito estaba a punto de ser descabalgado de la Xunta. Además de los gastos supuestamente suntuosos de los inquilinos de San Caetano, uno de los caballos de batalla de la campaña electoral fue la política lingüística. El «Manifiesto por la lengua común» y la asociación Galicia Bilingüe fueron altavoces de ese segmento de la ciudadanía gallega preocupada por los cambios legislativos en materia de normalización del gallego. En las elecciones de aquel mes de marzo, UPyD se subió con fuerza a aquel caballo de batalla, que les llevó hacia el mejor resultado de su historia en la Comunidad, frisando los 24.000 votos. «Lo nuestro no es un monocultivo ideológico», protesta el actual coordinador territorial en Galicia del partido magenta, José Antonio de Lorenzo. «También nos preocupan, y mucho, la pesca, la agricultura, las infraestructuras...».
El actual líder en Galicia de la formación que pilota a nivel español Rosa Díez se queja de que los medios de comunicación no se hagan eco de sus propuestas en la Comunidad, y eso que asegura que tienen repercusión: «En las anteriores municipales hubo dos partidos que pagaron media página de periódico para promocionarse con propuestas nuestras que, por supuesto, después no aplicaron».
Critican el trato mediático
«Parece que solo se habla de UPyD en Galicia cuando hay conflictos internos, como si hubiese alguien interesado en que no saliese información sobre nuestro partido», afirma este profesor de Física y Química. De ser esto cierto, los conflictos internos de esta joven formación política en Galicia le habrían puesto muy fácil su cometido a este alguien. En 2012 dimitió el entonces coordinador territorial, Andrés Mosquera, en medio de denuncias de «presiones». En 2013, primero dejó el partido el que fuera su candidato a la Xunta de Galicia, José Canedo; y después renunció en bloque la directiva, denunciando también injerencias de la dirección nacional del partido.
De Lorenzo les quita hierro a estas salidas, que atribuye a los roces propios de la democracia interna del partido. «Canedo —que ahora es miembro del Movimiento Ciudadano de Albert Rivera— intentó ser coordinador territorial, no consiguió reunir un equipo y se marchó», explica del primero, mientras que la renuncia de los segundos la vincula a que algunos de ellos «estaban preparando una candidatura para las primarias que íbamos a celebrar dos meses después de su dimisión».
Hace pocas semanas fue expulsado del partido Pedro Larrauri, que fue coordinador local en Vigo, tras haber publicado una carta en un periódico local en la que criticaba las maniobras del «número tres» de UPyD, Juan Luis Fabo, para controlar el consejo territorial gallego. «Cuando fui elegido coordinador territorial con el 80% de los votos no salió en ningún periódico. Llevo cuatro años como coordinador local en La Coruña y tampoco. Ahora bien, el día que dimita seguro que consigo aparecer en alguna portada», bromea De Lorenzo.
El profesor es optimista de cara al futuro. «Tenemos que crecer, no nos queda otra», recalca. Cuentan hoy con 150 afiliados, «que se elevan al doble con los simpatizantes» —matiza—, algo que atribuye a las elevadas cuotas que cobran, de 20 euros mensuales.
«Tenemos que visibilizar más las caras de UPyD en Galicia», concede De Lorenzo, que admite que, en parte debido a la escasa presencia en medios que denuncian, son todavía poco conocidos. «Somos el único partido que se presenta en toda España con únicas siglas y un único programa», asegura, antes de acabar con un dardo a sus rivales del Movimiento Ciudadano, unidos en la ciudad herculina a Unión Coruñesa : «Y no nos hace falta aliarnos con partidos localistas».