entrevista al rector de la usc
Antonio López: «El actual modelo de enseñanza de Medicina no puede continuar»
Se da tres semanas «como mucho» para lograr un acuerdo con la Facultad «que no es fácil» pero en el que cree como solución de futuro
Santiago
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Iniciar sesiónA poco más de dos meses para que finalice su etapa en el Pazo de San Xerome, el rector de la USC tiene por delante el reto nada sencillo de reconducir el acuerdo para descentralizar el grado de Medicina, que ha encontrado fuertes reticencias dentro ... de su propia universidad. Con el tiempo corriendo en su contra, Antonio López (Cabarcos, 1961) sigue creyendo que el pacto con UDC y UVigo es bueno para la institución compostelana.
—¿Qué ha fallado para que no se ratificase el acuerdo negociado entre las tres universidades para la descentralización del grado de Medicina?
—Falló que la Facultad de Medicina entendió que el acuerdo no era adecuado. Y el Consejo de Gobierno de la USC, además de valorar positivamente el acuerdo, nos encarga que tratemos de buscar fórmulas para que la Facultad pueda estar en el acuerdo. Lógicamente es un actor fundamental para que el acuerdo –o cualquier otra solución para la docencia de medicina– se pueda llevar a cabo.
—Porque usted sigue defendiendo este acuerdo por ser una buena oportunidad para la USC...
—El modelo que tenemos ahora mismo en la universidad –con la facultad más grande de España y el número de alumnos pivotando toda la docencia sobre un único hospital, salvo el rotatorio de 6º, que sí se utiliza el resto de hospitales del sistema sanitario gallego– yo creo que tiene dificultades para seguir continuando. Yo creo que estábamos todos de acuerdo en que teníamos que aprovechar todas las capacidades del sistema sanitario gallego para la mejor formación de nuestros alumnos y también para contar con los profesionales acreditados para la función docente en cualquier otro hospital que no sea exclusivamente el CHUS. Donde ya surgen los detalles es en cómo hacemos esa incorporación.
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—Por lo que yo le interpreto, no es realista pensar que el actual 'statu quo' se pueda perpetuar.
—Yo creo que no. Precisamente porque hay que abrir y hay que contar con todo el sistema, yo creo que hay dos alternativas: o lo hace la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago, descentralizando la docencia e incorporando esos otros hospitales; o es posible que surja una situación de una o dos facultades de medicina más. Sí, yo creo que el modelo tal como está diseñado actualmente no puede continuar.
—¿Cree poder convencer a la Facultad de Medicina sin retocar el texto del acuerdo después de que ellos hayan pedido públicamente «una revisión sustancial»?
—En el grupo de trabajo estuvo trabajando el decano de la Facultad y un representante del CHUS, y se introdujeron en el texto modificaciones que ellos presentaron en su momento. Yo creo que ahora buena parte de las preocupaciones que manifiesta la Facultad pueden solucionarse en el desarrollo que se llevase a cabo de ese acuerdo, porque algunas de las cuestiones no son contrarias a lo que está en el acuerdo. Otra cosa es que después del acuerdo hay una comisión de seguimiento y habrá que tomar muchas decisiones, entre otras cómo se organizan las unidades docentes, y es ahí donde se puede dar respuesta a la gran mayoría de las preocupaciones que manifiesta la Facultad.
—Si el decano de Medicina y un representante del Hospital trabajaron en la comisión, ¿por qué posteriormente renegaron del acuerdo?
—Manifestaron allí alguna reticencia ya sobre el texto proponiendo algunas modificaciones que no salieron, particularmente en el tema del calendario, pero sí propusieron otras que sí se han incorporado. Luego la decisión la ha tomado la Junta de Facultad. Eso ya es un poco más llamativo, pero es así. Pero más allá de las reuniones del grupo de trabajo hubo también reuniones entre los rectores, y entre los rectores y las consellerías. Después de cada reunión yo me he encargado de trasladarle tanto al decano como a los directores de departamento cuáles eran las líneas básicas de lo que estábamos hablando, que no se plasmaron en un texto hasta el final, pero sí adelantando de por dónde estábamos viendo que podía llegarse a un principio de acuerdo en esa futura docencia de Medicina. Era difícil prever una manifestación tan claramente en contra por parte de la Junta de Facultad.
—¿Se ha sentido en algún momento desautorizado por la Facultad de Medicina?
—No tanto desautorizado. Yo he sentido y siento que tengo una visión distinta de la que tiene la Facultad de Medicina. El Consejo de Gobierno de la universidad, sin embargo, ha valorado muy positivamente el acuerdo y lo que nos ha pedido es que tratemos de incorporar a la Facultad. Creo que tenemos unas visiones un poco diferentes sobre este tema, sí, y mi responsabilidad es trasladárselas también a Medicina y tratar de buscar lo mejor para la USC y para la Facultad.
«Este acuerdo no se puede hacer en contra de la Facultad, porque nacería muerto»
—Siendo usted el rector, investido por la legitimidad del cargo, ¿llegó a plantearse someter a votación el acuerdo de todos modos?
—No, no tendría sentido. Soy plenamente consciente de cómo funcionamos en la Universidad. Este acuerdo solo podrá ser efectivo si detrás del acuerdo está la Facultad de Medicina. Podríamos someter la votación y en la hipótesis de que lo hubiésemos aprobado, si la Facultad no está por la ejecución y no considera que sea bueno, eso muere al día siguiente. Por tanto, no tendría sentido. Hay que entender ahí las propias dinámicas de la Universidad. Creo que tenemos que buscar agotar todas las posibilidades de llegar a un acuerdo. Si lo hay, bien, y si no lo hay, pues no podremos avanzar por ese camino. Pero la Facultad, en este caso, es un actor fundamental, y eso también es un elemento que nos diferencia de la posición de las otras universidades.
—¿Se siente presionado por el hecho de que las aspirantes al Rectorado que se han presentado hasta la fecha estén en contra de esta descentralización?
—Bueno, no. Uno juega en situaciones diferentes. Yo estoy convencido de que la propuesta que se hacía era buena para la universidad, para la Facultad y para los estudios de Medicina. Lógicamente, cuando estás funcionando en un escenario electoral se pueden valorar muchas otras circunstancias. Yo, como no me voy a presentar a las elecciones, esa otra variable la manejo menos. En cualquier caso, yo lo que sí tengo claro es que esto no puede ser la decisión de un rector sino una decisión de la Universidad y de una Facultad. Y me he comprometido a que cualquier avance o acuerdo será informado a las candidatas.
¿OPTIMISMO?
«Creo que tenemos alguna posibilidad. Es un acuerdo complejo. si sumamos a la Facultad será factible»
—¿Es usted optimista?
—Bueno, yo creo que tenemos alguna posibilidad. Yo no diría que optimista, sé que no es fácil, es complicado, pero tengo claro que si conseguimos sumar a la Facultad, el acuerdo sería bueno para todos, sería plenamente factible y se ejecutaría y continuaría cualquiera que sea la próxima rectora, no tengo dudas. Si es que conseguimos el acuerdo, ahí está la clave.
—¿Se puede reconstruir la confianza con UVigo y UDC, que dan por roto el pacto?
—Creo que dan por roto el pacto porque no ha sido ratificado, pero no teníamos una fecha límite para decir 'Santiago tenía que hacerlo tal día y a tal hora'. Esto no es demorarlo sin límite, tenemos que tomar un tiempo, yo creo que un tiempo que tiene que ser corto, dos o tres semanas como mucho. Claro que tendremos todos que ganarnos la confianza unos de otros, porque también alguna sensación que hay aquí en Santiago, en la Facultad especialmente, es que también se echa de menos alguna confianza más en las actuaciones de las otras universidades que han anunciado que aunque haya un acuerdo seguirán trabajando por una nueva Facultad de Medicina. A lo mejor todos tenemos que ir construyendo un proyecto nuevo en base a ir generando confianza.
TRES FACULTADES
«No va a tener cada una 400 alumnos. Habrá menos estudiantes y menos profesores. Habrá consecuencias»
—Esta semana decía el conselleiro que si este pacto fracasa y se abre el escenario de las tres facultades habría un reparto de alumnos y de la financiación. ¿Qué efectos puede tener en la Facultad de Medicina en Santiago?
—Está claro que si va a haber tres facultades de Medicina no van a ser tres facultades que tengan 400 alumnos multiplicados por tres. No va a ser así. Lógicamente habrá que adaptarse al nuevo escenario y eso es el número de alumnos, de profesores... Y en cuanto al reparto del dinero habrá que estar a lo que digan los planes de financiación. El año que viene toca negociar un plan de financiación para empezar en 2027 y todo eso habrá que verlo, es decir, un escenario nuevo de tres facultades cambia completamente las cosas, obviamente. Esto no va a ser que nosotros sigamos igual y si aparecen dos nuevas facultades no hay consecuencias. Claro que las habrá.
—Llegados a este escenario de las tres facultades, ¿vería razonable que la USC ambicionara Arquitectura o Telecomunicaciones?
—Yo creo que hay que ser mucho más, como tranquilos y racionales en las reivindicaciones. Sin rabietas. Santiago lo que tiene que apostar es por tener el mapa de titulaciones que le interesa realmente a Santiago. Hay titulaciones que todavía no forman parte de la oferta en Galicia y seguramente Santiago puede tener expectativas razonables en otras titulaciones. Pero quizás eso me parecería, esa es la reacción del cabreo institucional que no creo ni siquiera que sea buena.
—Me ha dicho una palabra clave, tranquilidad. ¿Ha faltado en todo este proceso?
—Sí, ha faltado tranquilidad y desde antes. Se empezó a hablar de descentralización de la docencia hace más de un año, en noviembre, cuando se puso un documento que era un primer papel de trabajo para hablar de eso. Y en lugar de hablarlo con tranquilidad hubo una reacción airada de un grupo importante de profesores y especialistas de nuestro hospital que se manifestaron claramente en contra. Eso abortó ese primer escenario en el que podríamos estar hablando de esto en otro contexto. Pocos meses después de esa reacción airada, La Coruña puso encima de la mesa una petición de titulación de Medicina, sorpresivamente también, sin tener ningún otro contacto entre las universidades sobre ese tema y eso genera el ambiente en el que estamos. ¿Se podría haber hablado de todo esto en otro escenario? Sí, yo creo que hubo una posibilidad de hablar en otro escenario que se abortó también por el camino.
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