Galicia
«Pachi» se aferra a su feudo orensano
La agrupación provincial del PSdeG se ha convertido en su altavoz político desde que dejó la Secretaría

El pasado 29 de septiembre, «Pachi» Vázquez pasó de ser secretario general de los socialistas gallegos a mero diputado raso en la Cámara autonómica en menos de un día. El carballinés cedía el trono que había ostentado durante los últimos cuatro años al lucense José Ramón Gómez Besteiro, pero lo hacía a sabiendas de que, aun sin ningún cargo orgánico a la vista más allá de su puesto en la Ejecutiva federal, conservaba una plataforma de poder en su feudo particular: Orense.
La agrupación provincial del PSdeG, formada por una dirección claramente afín al de O Carballiño, se ha convertido en el salvoconducto del exlíder socialista. Porque «Pachi» no ofrece ruedas de prensa en el Parlamento, prefiere trasladarlas a su provincia natal. Allí es donde se siente más cómodo, pues está rodeado de fieles escuderos como los también parlamentarios Raúl Fernández, a su vez secretario provincial del partido, o María Quintas, secretaria de Organización del órgano.
Ya hay voces dentro del PSdeG que alertan de la utilización de la agrupación provincial orensana como un contrapoder con el que intentar desestabilizar a la actual dirección del partido. Para afirmarlo se basan en hechos: la crisis originada en el grupo municipal socialista del Ayuntamiento de Orense, que finalmente derivó en la apertura de expedientes disciplinarios y suspensión de militancia a los cinco concejales críticos que abandonaron un pleno para no votar en contra de sus compañeros.
Desde el inicio del conflicto, y pese a que Vázquez decidió mantenerse en un discreto segundo plano, la dirección provincial siempre respaldó la actuación de los díscolos, conocidos también como «pachistas» y enfrentados con los «paquistas», entre los cuales está el alcalde, Agustín Fernández. La hostilidad se remonta a 2012, cuando la «operación Pokemon» desembarcó en el Concello y se llevó consigo a su entonces regidor, Francisco Rodríguez, enemistado desde hace años con «Pachi».
Estratega en las europeas
Lo que en sí parece un trabalenguas no es más que una lucha por la alcaldía de cara a las municipales de 2015. El propio Vázquez no se ha descartado para dar la batalla, si bien necesitaría ganar más apoyos en la capital —la zona de la provincia que más se le resiste— si quiere asegurarse el puesto. Su agenda actual, centrada en expandir el mensaje de los socialistas en estas elecciones europeas por todo Orense, puede aportarle réditos en su aspiración futura. Y es que el carballinés forma parte del comité electoral provincial, en donde se ocupa de desarrollar la estrategia de la formación.
Pero los actos y ruedas de prensa convocados para la ocasión —dos en la última semana— van más allá de los comicios europeos. Incluso se permite dar consejos para atajar la convulsión permanente que vive el Ayuntamiento orensano. En febrero lo hizo, en su primera comparecencia pública después de mucho tiempo, para intentar mediar entre los dos bandos socialistas enfrentados, pese a que muchos lo señalaban como el verdadero instigador del conflicto. Ahora pide «normalizar» la vida política en el Concello para evitar que se reproduzcan situaciones como la de hace escasos días, cuando el alcalde llamó a la Policía para desalojar a una edil de la oposición.
Y junto a la petición, una crítica directa a sus compañeros imputados, entre ellos el alcalde. Para Vázquez, estas situaciones «perjudican mucho a la política y singularmente al PSdeG». El regidor tardó un día en contestarle y lo hizo invitándolo a «centrarse en su trabajo» en las europeas y no en la vida municipal. La crispación continúa en el feudo de «Pachi».
