La decisión del alcalde de Orense, Agustín Fernández, de llamar a la policía para proceder al desalojo de una concejala de Democracia Ourensana, Susana Gómez, provocó que los principales grupos de la oposición -PP, BNG y DO- abandonasen esta mañana el pleno del Ayuntamiento.Un capítulo más de enfrentamientos entre quienes censuran desde hace meses las prácticas del gobierno municipal y quien aplica su propia ley en el Consistorio.

El motivo del desalojo fue una discusión protagonizada entre la concejala de este grupo Susana Gómezy la titular de Urbanismo, Áurea Soto, durante la segunda moción de DO sobre contrataciones. Durante el debate sobre contratos públicos, Soto informó de que Susana Gómez había trabajado para el Ayuntamiento de Orense con una asistencia técnica, procedimiento -el de las asistencias técnicas- actualmente bajo investigación judicial.

Personal de prensa del consistorio repartió a los medios de comunicación documentos personales sobre la situación laboral de esta concejala, información que según han explicado a Efe es «confidencial».

En plena discusión en la que se escucharon gritos de «sinvergüenza», el regidor procedió a llamar a la Policía Local a fin de que identificasen y desalojasen a la edil de Democracia Ourensana, Susana Gómez, a la que finalmente le tomaron los datos.

Al superar los dos minutos estipulados por la normativa municipal, el alcalde le retiró la palabra, a lo que la concejala advirtió: «No me voy a callar, no me voy a callar, señor alcalde», tras lo cual llamó a la Policía.

Los concejales de los grupos de oposición, primero BNG y posteriormente PP y DO, optaron por abandonar el salón de plenos en señal de protesta, lo que puso punto y final a la sesión.

Preguntada a este respecto, la concejala ourensana Susana Gómez ha denunciado el «ataque personal» por parte de Soto hacia ella y aclaró que todo es «mentira» en lo que respecta a su puesto laboral, tras asegurar que accedió a él «por concurso-oposición».

La edila de DO ha criticado la actitud del regidor socialista por intentar privarle de su turno de réplica, con objeto de defenderse de dichas acusaciones.

«Intenté continuar pero el alcalde no me dejó», apostilló Gómez, quien no descarta emprender acciones contra la edil de Urbanismo por este ataque durante la celebración del pleno