Nada más aterrizar en Galicia, al borde de las Navidades, Juan Carlos Escotet se dio un plazo de «90 días» para encontrar una solución al principal problema para la entidad que acababa de adquirir, Novagalicia Banco: los cientos de demandas de titulares de preferentes y subordinadas.

El plazo de tres meses del banquero venezolano, para ofrecer una solución a los atrapados en Novagalicia, venció el pasado 20 de marzo sin que se llegase a celebrar una reunión entre los nuevos responsables de la antigua caja y los preferentistas, entre cuyas filas comenzaban ya a sonar tambores de guerra.

Hoy, día 4 de abril, ligeramente vencido el plazo de 100 días de gracia que se les suele dar a los presidentes que asumen el cargo, el presidente de Banesco —la entidad que se hará con NCG una vez culminen los diversos trámites que debe realizar— se reunirá con los preferentistas por primera vez. Será en la sede que tiene en la compostelana plaza de Cervantes a la una.

«Primavera caliente»

Además, los titulares de este tipo de productos financieros, que han inundado los juzgados con más de 6.000 demandas, se reunirán con el director del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que pilota la transición, Antonio Carrascosa, el próximo miércoles en Madrid. Los preferentistas no las tenían todas consigo: «Todo pasará por una sentencia judicial firme», aseveró el portavoz de la plataforma de afectados de Santiago, Xesús Domínguez. Esperan que Escotet les aclare si existe una alternativa al rosario de sentencias que, según auguró Domínguez, significarán «una primavera caliente» para Novagalicia y el FROB.