La UE asume su impotencia: Maduro seguirá en el poder «como Putin o Lukashenko»
Bruselas ha comunicado que los resultados de Venezuela no serán creíbles ni verificables hasta que se publiquen todas las actas
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La Unión Europea afirma en un comunicado (publicado hace unos minutos) que las elecciones presidenciales en Venezuela no serán ni creíbles ni verificables hasta que no se publiquen todas y cada una de las actas, tal como reclama la oposición a la dictadura de Nicolás Maduro ... . Sin embargo, algunos responsables de la diplomacia europea reconocen en privado la impotencia de la Unión en este escenario y asumen que el resultado de cualquier gestión «será que Maduro se quedará, como se queda Pudin o como se queda Lukashenko».
El comunicado hecho público desde Bruselas constata que «el pueblo venezolano ha participado pacíficamente y en gran número para ejercer su derecho al voto en las elecciones presidenciales del domingo, demostrando así su compromiso con la democracia y su determinación de decidir el futuro de su país» y expresa su preocupación por «las denuncias de fallos y deficiencias». Además, «para que los resultados electorales sean creíbles, deben ser verificables. Para que sean verificables, se requiere un acceso transparente a las actas de todos los colegios electorales» y sin embargo «hasta ahora, esto no ha sido posible para los testigos de la oposición en una gran mayoría de los colegios electorales».
La UE mantiene consultas entre sus miembros y con los del G7 para establecer una posición común sobre este escenario en el que la dictadura chavista pretende mantenerse en el poder por encima de las aspiraciones de los ciudadanos. «La UE -se dice en el comunicado- está con el pueblo de Venezuela en apoyo de sus aspiraciones democráticas. Como ha dicho el Alto Representante, debe respetarse la voluntad del pueblo venezolano. Es fundamental garantizar la total transparencia del proceso electoral, incluido el recuento detallado de los votos y el acceso a las actas de votación en los colegios electorales».
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Josep Borrell había hecho público un mensaje en redes sociales para afirmar en similares términos que el pueblo de Venezuela votó «de forma pacífica y masiva» y que se merece ahora que se conozcan todas las actas, con la mayor transparencia. El comentario de Josep Borrell elude hablar de fraude pero tampoco avala la victoria que se ha atribuido Nicolás Maduro, en contraste con los representantes de otras dictaduras como Rusia, China o Irán, que ya le han felicitado.
«El pueblo de Venezuela votó sobre el futuro de su país de manera pacífica y masiva y su voluntad debe ser respetada», afirmaba Borrell en la red social X. En esta situación afirma que «es vital asegurar la total transparencia del proceso electoral, incluyendo el conteo detallado de los votos y el acceso a las actas de votación de mesas electorales».
La Unión Europea no tiene en estos momentos un embajador en Caracas, precisamente porque Bruselas no quería pedirle el placet a Maduro. Las sanciones europeas también están vigentes, aunque en la última ocasión que se trató el tema el invierno pasado se renovaron solo por seis meses en lugar de un año «como gesto de flexibilidad» para dejar abierta la posibilidad de eliminarlas rápidamente en caso de que se produjese un cambio en Caracas.
Según fuentes diplomáticas europeas, los ministros de Asuntos Exteriores no se reunirán hasta el 28 de agosto, según el calendario de la presidencia húngara, para tener una primera toma de contacto sobre el resultado de las elecciones presidenciales en Venezuela. Habitualmente, tratándose de un país hispanoamericano, la voz de España ha sido la que ha marcado el rumbo del conjunto de la UE. Sin embargo, desde el paso de José Luis Rodríguez Zapatero por la presidencia del Gobierno, que maniobró para anular las principales sanciones políticas a la dictadura cubana que había logrado establecer su predecesor, José María Aznar, la opinión de España ha dejado de tener un peso relevante.
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