Trump presiona al Kremlin entregándole armas a Zelenski

La decisión marca un giro en la postura de Washington tras semanas de incertidumbre y llega en un momento crítico, con la posibilidad de la tregua en el conflicto aún en el aire. El Kremlin, por su parte, ha indicado que esperará detalles adicionales antes de pronunciarse sobre la propuesta de un cese de 30 días impulsado por Washington.

El presidente Trump dijo en el Despacho Oval que considera que la paz es factible en «un 80%». «Ahora depende de Rusia, pero hemos mantenido una buena relación con ambas partes y veremos qué sucede. Hay esperanza de consolidar la tregua. Si logramos que Rusia también se comprometa, creo que estaríamos un 80% más cerca de poner fin a este baño de sangre», dijo en una bilateral con el jefe de gobierno irlandés, Micheál Martin. Trump intentó convencer a los rusos con este argumento: «Cada semana mueren entre 2.000 y 3.000 jóvenes en esta guerra absurda que nunca habría ocurrido si yo fuera presidente».

El anuncio de la reanudación del apoyo militar se produjo tras una serie de reuniones en Arabia Saudí entre altos funcionarios estadounidenses y representantes ucranianos. La delegación estadounidense, encabezada por el secretario de Estado Marco Rubio, expresó su interés en explorar «múltiples canales de comunicación» con Moscú para evaluar la disposición del presidente Vladimir Putin a negociar el fin de la guerra.

Sin embargo, la estrategia de la administración Trump sigue siendo ambigua, con declaraciones contradictorias sobre la posibilidad de aumentar las sanciones contra Rusia y la continuidad del suministro de armas a Ucrania. Sobre todo, Trump tiene abiertos varios frentes con la esperanza de forzar el pacto antes de cumplir 100 días en el cargo, cuando ya ha pasado el ecuador de ese periodo.

El presidente de Estados Unidos y su equipo han ejercido una presión mucho mayor sobre Ucrania que sobre Rusia, exigiendo a Volodímir Zelenski que se disculpara por su acalorada discusión en el Despacho Oval, tachándolo de «dictador» y forzándolo a aceptar un acuerdo que otorga a Washington ventajas en la explotación de los recursos naturales ucranianos.

Desde Polonia, punto clave de la logística militar en la región, la agencia AP confirmó que los primeros envíos de armamento estadounidense ya están en tránsito hacia Ucrania. Las armas, que incluyen sistemas antiblindaje, municiones y equipos de reconocimiento, están siendo trasladadas a través de un centro de distribución en la ciudad de Rzeszow, utilizado por la OTAN y el Pentágono como base de operaciones para el suministro militar a Kiev. La reanudación del flujo de armamento supone un alivio para las fuerzas ucranianas, que se enfrentan a enormes dificultades para contener el avance ruso en el frente oriental.

El regreso del apoyo militar de Estados Unidos coincide con un aumento en la presión sobre las tropas ucranianas en la región de Kursk, donde las fuerzas rusas han intensificado sus operaciones para recuperar el control de la zona. Medios estatales rusos afirman que el ejército de Moscú ha ingresado en la localidad de Sudzha, aunque no ha sido posible verificar de estas afirmaciones en Washington.

La nueva ofensiva rusa se produce en un momento en que Ucrania ha quedado sin acceso a la inteligencia estadounidense, otro de los costos que Trump ha impuesto tras su enfrentamiento con Zelenski. Durante el fin de semana, al ser consultado sobre si cree que Putin está aprovechando la fractura entre Washington y Kiev para avanzar en el conflicto, el presidente estadounidense respondió que el líder ruso está haciendo «lo que cualquiera haría» en una situación de ese tipo.

El alto mando militar estadounidense también ha restablecido el acceso de Ucrania a imágenes satelitales suministradas por Maxar Technologies, lo que permitirá a Kiev mejorar su capacidad de vigilancia y planificación estratégica. Estas imágenes, utilizadas para rastrear movimientos de tropas y evaluar el impacto de ataques, han sido fundamentales en las operaciones militares ucranianas desde el inicio del conflicto.