Trump cree que Putin quiere la paz a pesar de los intensos bombardeos sobre Ucrania

En ese contexto, después de presiones y ataques a Ucrania desde que llegó a la Casa Blanca -incluida la bronca histórica con Zelenski en el Despacho Oval-, Trump ha mirado por primera vez a Rusia: el presidente de EE.UU. amenazó al régimen de Vladimir Putin con sanciones y aranceles adicionales hasta que no se llegue a un alto el fuego. La justificación, ha asegurado Trump, es que Rusia está «machacando» a Ucrania en el frente.

«Ante las evidencias de que Rusia está 'machacando' completamente a Ucrania en el frente ahora mismo, me estoy planteando seriamente imponer sanciones, sanciones bancarias y aranceles de gran escala a Rusia hasta que se llegue a un alto el fuego y acuerdo final», escribió Trump en su red social. «A Rusia y Ucrania: acudid a la mesa de negociaciones ahora mismo, antes de que sea demasiado tarde, ¡gracias!».

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Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva York

Esos bombardeos ocurren en la misma semana que se han revelado maniobras de Trump para presionar a Zelenski que han debilitado sobremanera la capacidad de Ucrania de hacer frente a Rusia en el frente. Esta semana, su Administración ha revelado que ha suspendido el envío de armamento y equipamiento militar a su socio en Europa del Este y que ha dejado de compartir inteligencia militar con el ejército ucraniano. Estos han sido dos elementos clave para la resistencia de Ucrania ante la invasión rusa.

Estas amenazas a Putin son la primera desviación del realineamiento de la política sobre Ucrania que ha imprimido Trump a la política exterior de EE.UU. Pero, poco después del mensaje, un encuentro con la prensa en la Casa Blanca dejó claro que el presidente de EE.UU. mantiene la sintonía con Putin.

«Le creo, le creo», dijo sobre si confía en las intenciones de Putin de querer llegar a un acuerdo de paz.

«Está haciendo lo que cualquiera haría», dijo Trump sobre Putin y la posibilidad de que esté aprovechando que Ucrania ya no recibe ni armamento ni inteligencia por parte de EE.UU. «Yo creo que quiere que pare y llegar a un acuerdo. Y creo que Ucrania quiere que acabe, pero no veo… Es una locura, se están llevando mucho castigo, no lo entiendo», dijo en referencia a sus críticas a Kiev por no acordar una paz de forma rápida, como busca Trump.

Junto a él estaba Michael Waltz, su asesor nacional de seguridad, que viajará junto al secretario de Estado, Marco Rubio, y otros altos cargos a Arabia Saudí la semana que viene para negociar con Zelenski, acosado ahora por el distanciamiento de Washington y los bombardeos de Rusia.

La amenaza de sanciones a Moscú llega también en un momento en el que las encuestas muestran que su gestión de la guerra de Ucrania es uno de los asuntos menos populares de Trump para los estadounidenses. Un sondeo reciente de The Economist/YouGov muestra que el 45% de los estadounidenses suspenden su gestión de la guerra en Ucrania, frente al 40% que la aprueban, una de las peores notas dentro de una encuesta bastante positiva para Trump. Solo el 43% de los republicanos apoyan con fuerza su gestión en Ucrania, cuando lo normal es que este porcentaje entre sus votantes sea mucho mayor.