Starmer basa su mandato en la moderación: «El país primero, el partido después»

Antes de la llegada de Starmer la lluvia dio una tregua, asomó el sol, e incluso el gato Larry, el 'Chief Mouser' (Jefe cazador de ratones) de Downing Street apareció ante la puerta del número 10 para echar una ojeada a los presentes. Larry, que fue adoptado por el personal de la residencia en febrero de 2011 durante el mandato de David Cameron, ante la necesidad de controlar la población de roedores, es el inquilino más querido y popular, además de estable, de un lugar que ha visto pasar, sólo en los últimos cuatro años y medio, a cuatro primeros ministros.

El último de ellos, abogado especialista en derechos humanos que ejerció en el pasado como Fiscal de la Corona, llegó en un coche oficial junto a su esposa, Victoria Starmer, y antes de acercarse al podio desde el que pronunció su primer discurso como primer ministro, saludó con cariño y alegría, con apretones de manos e incluso abrazos, a algunas de las personas que esperaban para escucharlo.

El líder del Partido Laborista empezó su alocución agradeciendo al Rey por la oportunidad de formar gobierno y rindió homenaje a su predecesor, el conservador Rishi Sunak, a quien le reconoció el «esfuerzo adicional» que enfrentó al convertirse en el «primer primer ministro británico de origen asiático», y destacó su «dedicación» y «arduo trabajo» durante su mandato.

En su discurso, Starmer, que inaugura una nueva era tras casi tres lustros de gobiernos conservadores, subrayó la necesidad de restaurar la confianza en la política británica, afirmando que esto sólo puede lograrse mediante acciones concretas. «Podemos comenzar hoy, con el simple conocimiento de que el servicio público es un privilegio y que el gobierno debe tratar a cada persona de este país con respeto», declaró; y añadió que «ya sea que votaran por el Partido Laborista o no, de hecho, especialmente si no lo hicieron, les digo directamente: mi gobierno les servirá». Y es que, en su opinión, «la política puede ser una fuerza para el bien. Lo demostraremos. Hemos cambiado el Partido Laborista, lo hemos devuelto al servicio, y así es como gobernaremos: el país primero, el partido segundo».

El nuevo primer ministro también habló sobre la necesidad de un «gran reinicio» en el Reino Unido y un redescubrimiento de la identidad nacional. «Una de las grandes fortalezas de esta nación siempre ha sido nuestra capacidad para navegar hacia aguas más tranquilas. Y sin embargo, esto depende de que los políticos, particularmente aquellos que defienden la estabilidad y la moderación, como yo, reconozcan cuándo debemos cambiar de rumbo», aseveró, dejando claro que los 'tories' han sido todo lo contrario. «Nos han dado un mandato claro, y lo utilizaremos para implementar cambios. Para restaurar el servicio y el respeto en la política. Para poner fin a la era de las actuaciones ruidosas», dijo, en clara referencia a los escándalos de la era anterior.

Tras acabar, Starmer posó para la prensa junto a su esposa, antes de cruzar el umbral del que es ahora su hogar y oficina, y donde empezó a trabajar de inmediato, nombrando a las primeras personas que formarán su gabinete.

La noticia más destacada fue la designación de Rachel Reeves como ministra de Economía, un cargo especialmente delicado por la coyuntura económica actual del país, y convirtiéndose así en la primera mujer en la historia en ocupar el puesto, un hecho que ella misma calificó en sus redes sociales como una «responsabilidad histórica». Reeves aprovechó para mandar un mensaje especial: «A cada niña y mujer joven que lea esto, que hoy quede demostrado que no debe haber límites para sus ambiciones». Después, en su primer discurso, dijo que quiere que la política económica se centre más en las necesidades de las mujeres «cuyo trabajo es demasiado a menudo infravalorado» y confirmó que su prioridad será promover el crecimiento.

Además, Starmer eligió como vice primera ministra a su segunda en el laborismo, Angela Rayner; y a David Lammy como ministro de Exteriores. La bienvenida más cálida para Sammy se la dio Richard Moore, cabeza del MI6, quien manifestó en un 'post' que «todos en el SIS (Servicio secreto de inteligencia) esperamos apoyarlo, proporcionándole información de inteligencia de clase mundial mientras enfrenta sus responsabilidades en este mundo complejo y desafiante».

Yvette Cooper es la nueva responsable de Interior, Ed Miliband fue asignado en la cartera de Energía, Bridget Phillipson en Educación y John Healey en Defensa. También son mujeres las responsables de Pensiones, Liz Kendall; y de Justicia, Shabana Mahmood, mientras que el coordinador de la campaña laborista, Pat McFadden, dirigirá el Ministerio del Gabinete (lo que en España vendría a ser Presidencia) como canciller del Ducado de Lancaster.

Wes Streeting, que estará a cargo de Sanidad, dijo en declaraciones sobre el sistema nacional de salud (NHS, por sus siglas en inglés) que «el NHS salvó mi vida y estoy decidido a pasar mi vida intentando salvar al NHS», haciendo así referencia al cáncer que padeció y del que fue declarado libre por un equipo médico del NHS a mediados de 2021.