Stargate: Trump anuncia inversiones de 500.000 millones en inteligencia artificial
El presidente se rodea de destacados empresarios y directivos de empresas tecnológicas, que le dan su respaldo
Una nueva era: los tecnólogos descienden sobre Washington
La alianza con los gigantes tecnológicos le está dando a Donald Trump sus primeros réditos horas después de volver a la Casa Blanca.
El presidente de Estados Unidos anunció este martes la creación de Stargate, una alianza entre las compañías OpenAI, SoftBank y ... Oracle que invertirá 500.000 millones de dólares en infraestructura de inteligencia artificial en el país.
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Durante un evento celebrado en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca, Trump presentó este proyecto como «una rotunda declaración de confianza en el potencial de Estados Unidos», señalando que esta iniciativa comienza en una primera fase de 100.000 millones de inversión.
La iniciativa Stargate (en inglés, puerta de las estrellas) se basa en la construcción de al menos diez centros de datos que ya están en marcha en Texas. Estos gigantescos edificios, repletos de servidores, constituyen la base de las herramientas de inteligencia artificial, como ChatGPT de OpenAI.
La nueva administración busca posicionarse como el impulsor que llevará a la industria de la inteligencia artificial a nuevos niveles de inversión y expansión.
Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI; Masayoshi Son, presidente de SoftBank, y Larry Ellison, fundador de Oracle, acompañaron a Trump en el anuncio, que también incluyó la promesa de eliminar barreras regulatorias para facilitar la creación de nuevos centros de datos y permitir que Stargate genere su propia electricidad.
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La computación para inteligencia artificial requiere de mucha energía, y las empresas que la desarrollan buscan formas de incrementar la producción de esta.
Aunque no se ofrecieron detalles concretos sobre las declaraciones de emergencia necesarias para alcanzar estos objetivos, el presidente subrayó la importancia de acelerar la producción de tecnología estadounidense para competir con China en liderazgo global.
«Vamos a facilitarlo tanto como sea posible», afirmó Trump, en referencia a la reducción de trabas para la construcción y operación de infraestructura tecnológica. «Este esfuerzo monumental es una rotunda declaración de confianza en el potencial de Estados Unidos bajo un nuevo presidente», añadió.
El anuncio también estuvo marcado por el reciente movimiento del presidente de revertir una orden ejecutiva de su predecesor, Joe Biden, que imponía estrictos estándares de seguridad y regulaciones para el uso gubernamental de inteligencia artificial. Trump ha levantado esos límites.
Los tecnólogos, cerca de Trump
El respaldo de las grandes empresas tecnológicas a la administración Trump no es casual. Altos ejecutivos de Google, Apple y Meta, entre otros, han buscado acercarse al presidente mediante donaciones millonarias a su campaña y ocupando lugares destacados en su reciente investidura.
En el caso de OpenAI, la necesidad de infraestructura para sus ambiciosos proyectos de inteligencia artificial ha sido evidente desde hace tiempo. Aunque Microsoft, principal inversor de OpenAI, ha proporcionado hasta ahora el soporte necesario, la creciente demanda de herramientas como ChatGPT ha llevado a la empresa a buscar alternativas como Oracle para construir nuevos centros de datos. Altman, el máximo directivo de OpenAI, alabó a Trump y dijo abiertamente que solo su triunfo electoral pudo permitir este anuncio.
Esto marca un cambio significativo en la estrategia de OpenAI, que en años recientes había explorado colaboraciones con fabricantes de chips en Asia y con inversores de Oriente Próximo, pero se enfrentó a resistencia en el Washington de Biden por tratar de construir tecnología crucial fuera de Estados Unidos.
Acelerar la producción en clave nacional
En un contexto de creciente competencia global, Trump ha posicionado la inteligencia artificial como un motor clave para el crecimiento económico. Para liderar esta transición, nombró a David Sacks, un destacado inversor de capital de riesgo, como asesor especial en inteligencia artificial.
La estrategia incluye incentivar la producción de chips y la expansión de infraestructura en territorio estadounidense, consolidando así el papel de Estados Unidos como líder en esta tecnología frente al auge chino.
La industria tecnológica ya había iniciado una expansión masiva en centros de datos y plantas energéticas para satisfacer la creciente demanda de herramientas de inteligencia artificial.
Con Stargate, Trump no solo busca capitalizar una tendencia en auge, sino también proyectar una imagen de liderazgo económico y tecnológico al inicio de su segundo mandato.
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