Los servicios secretos rusos detienen a cuatro adolescentes acusados de preparar un atentado terrorista masivo

Según el FSB, «los detenidos profesaban las ideas de una organización terrorista prohibida en Rusia» sin especificar cuál en concreto. Dos de los encausados «estuvieron también involucrados en el incendio, el 22 de diciembre de 2024, de un vehículo oficial de la Dirección General del Ministerio del Interior en la región de Svérdlovsk», cuya capital es Ekaterimburgo.

Se asegura además que a los adolescentes les fueron incautadas «piezas, elementos e instrucciones para la fabricación de un artefacto explosivo casero» y también «equipos electrónicos» para su detonación a distancia. Como consecuencia de todo ello, el Comité de Instrucción de Svérdlovsk ha abierto causas según tres artículos del Código Penal ruso: «Preparación de un atentado terrorista, almacenamiento de sustancias explosivas y fabricación de artefactos con tales componentes por parte de un grupo de personas mediante conspiración previa».

Noticia Relacionada

Rusia pierde una importante vía para enviar gas a Europa

Rafael M. Mañueco

Ucrania decide no renovar el contrato de suministro a través de su territorio

Poco después, el FSB difundió vídeos en los que los cuatro arrestados confiesan su culpa. Uno de ellos reconoció que en agosto de 2023 se convirtió en partidario de la ultraderecha, se suscribió a canales de Telegram de contenido «neonazi» y aseguró que «en esos canales leí que había que tomar medidas contra la Policía». Otro admite en su confesión que elaboraba los mandos a distancia y un tercero asegura que se encargaba de los detonadores, uno de los cuales, al parecer, fue hallado en su mochila en el momento de la detención. Se desconoce en qué circunstancias se realizaron las grabaciones y los propios interrogatorios.

Los medios de comunicación públicos rusos vienen denunciando una ola de «incendios y actos de sabotaje», supuestamente promovidos por los servicios de Inteligencia ucranianos, que se intensificó a partir del pasado 13 de diciembre y que, en tan sólo 12 días, registró medio centenar de incidentes contra centros comerciales, bancos, cajeros automáticos, oficinas de correos y lugares públicos de distinta naturaleza, la mayor parte haciendo uno de cócteles Mólotov. Sus autores, algunos de ellos de avanzada edad, fueron por lo general arrestados de inmediato gracias a las cámaras de seguridad y acusados de terrorismo o de causar daños a establecimientos públicos y privados. Una campaña similar tuvo lugar en la semana del 29 de julio al 3 de agosto de 2023, cuando se produjeron 37 ataques.

En el año 2024, según el organismo estatal ruso Rosfinmonitoring, se ha alcanzado el récord máximo de arrestos por «extremismo y terrorismo» desde el comienzo de la invasión de Ucrania, en total 3.152 personas encausadas. Esta cifra es un 72% mayor que en 2023, según el canal de Telegram Vérstka. El año pasado, el 71% de los que figuran en la lista de seguimiento de Rosfinmonitoring, son «terroristas», es decir 2.232 personas, y las 920 restantes son «extremistas».

Desde el comienzo del conflicto con Ucrania, en febrero de 2022, las fuerzas de seguridad rusas anuncian con frecuencia el arresto de sospechosos de colaborar con Kiev con acusaciones, no sólo de terrorismo y extremismo, sino también espionaje, sabotaje e incluso alta traición. Delitos que comportan abultadas penas de cárcel. El solo hecho de estar en contra de la guerra también supone duras penas de reclusión.

Lo nuevo es que las imputaciones se están extiendo cada vez más a adolescentes e incluso niños. Esta misma semana, según la publicación Fontanka, cerca de San Petersburgo fueron detenidos tres niños de entre 10 y 11 años por arrojar bolas de nieve a la Llama Eterna en Kingisepp. La sección de menores del Comité de Instrucción les acusa de «rehabilitación del nazismo».