Muere Shinzo Abe, ex primer ministro de Japón, tras sufrir un atentado

Abe había recibido primeros auxilios antes de ser evacuado en helicóptero con aparentes hemorragias en el cuello. Durante el trayecto perdió la consciencia hasta ingresar en parada cardiorrespiratoria. Su vida pendía de un hilo hasta que se confirmaron los peores presagios.

Un varón de 41 años ha sido detenido en el lugar de los hechos acusado de «intento de asesinato» y está siendo interrogado. El sospechoso, un residente local llamado Yamagami Tetsuya, habría empleado una escopeta de fabricación casera. Este no ha realizado intentos de escapatoria, depositando el arma en el suelo sin ofrecer resistencia al arresto. Está en paro y fue miembro de las tropas niponas. Este tipo de ataques son muy poco habituales en un país que mantiene una legislación restrictiva en materia de armas.

Japón celebra este domingo las elecciones a la Cámara de Consejeros, la cámara alta del país. El actual primer ministro, Fumio Kishida, ha cancelado sus actos y ha regresado a Tokio, donde en las próximas horas dará una rueda de prensa. El Gobierno ha anunciado la formación de un gabinete de crisis ante lo sucedido.

Shinzo Abe es el primer ministro japonés que durante más tiempo ha ostentado el cargo, ocho años y medio divididos en dos etapas. La primera de 2006 a 2007 y la segunda de 2012 a 2020. En agosto de ese año presentó su dimisión por problemas de salud, una colitis ulcerosa que padece de manera crónica, que ya le obligaron a poner fin a su mandato inicial. «Mi salud no es la adecuada y una mala salud puede llevar a decisiones equivocadas. En estas circunstancias no soy capaz de satisfacer las exigencias del pueblo japonés», declaró entonces.

Como primer ministro, Abe mantuvo un perfil reformista, dedicado a concluir episodios históricos como la reforma constitucional de las fuerzas armadas o las disputas territoriales con Rusia, proyectos que no puedo llevar a término ante su prematura salida. También trató de devolver a la tercera economía del mundo a la senda del crecimiento gracias a su célebre «Abenomics». Este programa, basado en expansión monetaria, estímulos fiscales y reformas estructurales, condujo al país a la segunda etapa de prosperidad más prolongada desde el final de la II Guerra Mundial.

Pese a su renuncia hace dos años, Abe no se había retirado de la vida política y continuaba siendo una de las figuras más populares e influyentes en Japón, como líder de la principal facción del Partido Liberal Democrático, todavía en el poder. Algunos rumores, incluso, apuntaban que Abe podría buscar en el futuro un tercer mandato.