La presidenta Boluarte recula y ahora sí esta abierta a un adelanto elctoral en Perú

Desde que llegó al poder, el pasado miércoles, la primera mujer presidenta de Perú ha mantenido encuentros con seis de las trece bancadas en el Congreso y se ha mostrado dispuesta a hacerlo con las «organizaciones vivas del Perú para dialogar» sobre el tema.

«Me he reunido con diferentes bancadas, tanto de derecha como de izquierda, porque en el primer momento en el que se jura como presidente, lo es de todos los peruanos. En consecuencia (…), reunámonos el Consejo Nacional y las organizaciones vivas del Perú para que podamos darle una salida pacífica», declaró ayer.

Para el exministro de Educación, Ricardo Cuenca, «Boluarte tiene un pequeño margen de acción. No es lo que la presidenta Dina Boluarte quiera, es lo que la presidenta Dina Boluarte pueda», aseguró ayer a ABC. «Hemos superado la crisis inmediata, pero nada garantiza que las cosas no vuelvan a tener, otra vez, la precariedad política», señaló Cuenca, al tiempo que subrayó que «llegar a las mociones de censura son situaciones de excepción de la democracia. Hemos perdido la capacidad de dialogar entre personas que piensan distinto».

El equipo de asesores de la nueva mandataria, que dirige el exministro de Defensa, Alberto Otarola, está ultimando los detalles para diseñar el futuro gabinete de Boluarte, que estará compuesto por 17 ministros que juramentarán hoy en el Palacio de Gobierno en Lima. Ayer se daba por sentado que Otarola formará parte del gabinete y que Alonso Segura, el exministro de Economía del Gobierno de Ollanta Humala (2011-2016), recuperará esa misma cartera.

El paso atrás de la nueva presidenta en su decisión de agotar la legislatura parece responder al sentir de la calle, convulsa desde el autogolpe de Castillo. En los alrededores del Congreso y del Palacio de Gobierno se congregaron en las últimas horas miles personas protestando por la detención de Castillo –al que la Fiscalía dictó el jueves prisión provisional durante siete días mientras prosigue la investigación por rebelión y conspiración– y reclamando que se adelantaran las elecciones y se vayan los parlamentarios.

«Estoy protestando para que se cierre del Congreso, por una nueva Constitución y elecciones generales inmediatas. Ha habido un golpe de Estado de parte de un Congreso corrupto, servil a los delincuentes y deudores del estado. La nueva presidenta no es mi presidenta, es traidora a los peruanos», denunció a ABC Primitivo Quispe, de 58 años. La multitud en Lima intento sin éxito llegar al Congreso y fue repelida con gases lacrimógenos por la Policía, tal y como pudo comprobar este periódico. Se vivieron similares situaciones en 14 regiones fuera de la capital.

Boluarte reaccionó a las protestas pidiendo calma. «A las organizaciones sociales, a los movimientos que ahora se están haciendo oír en las calles, les digo que conversemos y busquemos una salida pacífica a esta situación». Al mismo tiempo que alertaba de que «el Perú no da para más» y que la misión que han adoptado es la de resolver los problemas que siguen persistiendo, como la crisis alimentaria y las dificultades que están teniendo las poblaciones vulnerables.

Los manifestantes anunciaron una gran marcha para hoy para exigir la liberación de Castillo y, para ello, caminarán desde el centro de Lima hasta el penal Barbadillo, en Ate, donde se encuentra recluido el expresidente. ABC también pudo visitar el penal y comprobar cómo seguidores del expresidente habían bloqueado la carretera panamericana sur –que une a Perú con Chile– a 300 kilometros de Lima, lo que provocó un gran atasco para los camiones que transportaban alimentos y otros productos.

Mientras tanto, ayer prosiguieron las indagaciones de la Fiscalía en relación con el autogolpe de Castillo. Así la fiscal de la nación, Patricia Benavides, inició una investigación sobre los que acompañaron al presidente en el momento de anunciar la disolución del Congreso.

Benavides citó ayer a declarar a la expresidenta del Consejo de Ministros, Betssy Chávez –que llevaba menos de dos semanas en el cargo, y que era la quinta primera ministra en asumir el cargo durante esta legislatura– y a los quince ministros que habían renunciado, para que relataran en que circunstancias Castillo llevó a cabo el fallido autogolpe de Estado.

Según pudo saber ABC, Chávez fue una de las ideólogas de la disolución del Congreso y junto al ex primer ministro y abogado Aníbal Torres –que actualmente se ocupa de la defensa de Castillo–ayudó a escribir el discurso al presidente, con el que intentó sin éxito quebrantar la democracia.