Nicaragua expulsa a Roma a todos los sacerdotes que tenía arrestados, excepto a Rolando Álvarez
El obispo de Matagalpa rechaza el acuerdo con Daniel Ortega y decide seguir en la cárcel
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Daniel Ortega, presidente de Nicaragua
El régimen de Daniel Ortega anunció a última hora del miércoles el «desplazamiento hacia el Vaticano de los 12 sacerdotes que, por distintas causas fueron procesados», como resultado de un «acuerdo» tras «sostener fructíferas conversaciones con la Santa Sede». Significa que salen de la ... cárcel todos los religiosos que mantenía arrestados, excepto el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez.
Según el diario nicaragüense 'La Prensa', que se edita desde el exilio, Rolando Álvarez habría rechazado las condiciones de este exilio forzado. Condenado a 26 años por «traición a la patria», es la tercera vez que rechaza las condiciones que propone la dictadura sandinista para su salida de la cárcel, esto es, el exilio forzado y el silencio. Además de Rolando Álvarez, en las cárceles nicaragüenses sigue habiendo otros 80 opositores a Daniel Ortega.
El anuncio se produjo inmediatamente después de que los sacerdotes abandonaran Nicaragua este miércoles rumbo a Roma. Hasta ese momento, permanecían en tres cárceles nicaragüenses. Dos habían sido condenados durante procesos farsa en los que se les negó el derecho a defenderse. Uno estaba condenado a dos años de prisión por «amenazas con arma» tras sacar un machete cuando lo agredió un grupo de sandinistas; y otro cumplía sentencia de 30 años de cárcel, acusado de violación de una menor, delito que círculos católicos consideraron un montaje para chantajear a la Iglesia.
El resto de los sacerdotes exiliados no habían sido oficialmente procesados. La mayoría entran en la categoría de prisioneros políticos, pues se les acusaba de «actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación de la nación». Otros eran sospechosos de «irregularidades» en cuestiones administrativas.
«Recibidos en Roma por el Vaticano»
Managua asegura que «serán recibidos en Roma por personal de la Secretaría de Estado de la Santa Sede». «Este acuerdo logrado con la intercesión de Altas Autoridades de la Iglesia Católica en Nicaragua y en el Vaticano, representa la voluntad y el compromiso permanentes de encontrar soluciones, en reconocimiento y aliento de tanta fe (sic) y esperanza que anima siempre a los creyentes nicaragüenses, que somos la mayoría», asegura el comunicado oficial del gobierno de Daniel Ortega.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, explicó que «se ha solicitado a la Santa Sede que reciba a 12 sacerdotes de Nicaragua recientemente liberados de la cárcel», pero no ha aclarado quién ha tomado la iniciativa. Bruni añadió que «la Santa Sede ha aceptado, serán recibidos por un funcionario de la Secretaría de Estado este jueves por la tarde y alojados en algunas instalaciones de la diócesis de Roma».
El pasado 9 de febrero fueron exiliados otros 222 opositores que estaban en cárceles de Managua. Abandonaron el país en un vuelo fletado con destino a EE.UU. Se calcula que al menos 100.000 personas más han abandonado el país desde que estalló la violenta represión de las protestas contra el gobierno sandinista en abril de 2018.
La abogada nicaragüense Martha Patricia Molina, autora del informe que documenta la reciente persecución de la Iglesia católica en Nicaragua desde abril de 2018, considera que el exilio forzado de los doce sacerdotes es «una grave vulneración a los derechos humanos» y una «demostración de que ninguno de los delitos que se les imputaron son reales».
En su opinión, la medida «no significa el cese de hostilidades, pues las agresiones continuarán y posiblemente también los encarcelamientos (de religiosos)». «La dictadura está demostrando que lo que quieren es ahogar y hacer desaparecer a la Iglesia católica con sus integrantes», concluye.