México pone en peligro la unidad de los países americanos para hacer presión sobre Maduro

Al representante de EE.UU., el subsecretario de Estado Brian Nichols, no le quedó más que afirmar en el foro en el que acababa de quedar derrotado que todas las pruebas apuntan a que Edmundo González ganó las elecciones. «Con las evidencias irrefutables basadas en las actas de votación, que todo el mundo puede ver, está claro que derrotó a Nicolás Maduro con millones de votos», dijo Nichols. «Esto no es una proyección, incluso si Maduro gana el 100% de los votos en al menos el 20% de actas que quedan por publicar, no podría sobrepasar a González», agregó.

Así, se volvía al mismo escenario de 2019, en que EE.UU. desconoce la legitimidad del régimen tras unas elecciones plagadas de fraude y afirma que los opositores tienen la legitimidad del apoyo popular. En esta ocasión, a diferencia de la Administración Trump, Joe Biden está amasando apoyos, tratando de que la presión sobre Maduro sea sostenida y venga de diversos puntos. El lunes habló con Lula da Silva, presidente de Brasil. Su equipo está en contacto con sus homólogos colombianos.

Eso explica que eso países no votaran en contra de la resolución, sino que simplemente se abstuvieran, dando a entender que necesitan más tiempo para negociar con Maduro. Antes de que se votara la resolución que hubiera pedido una auditoría independiente del voto, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, se reunió con cancilleres y embajadores, y les explicó la necesidad de alumbrar una moción de ese tipo, sin referencias a fraudes o delitos, sólo pidiendo transparencia y democracia. México, cuyo presidente, López Obrador, dijo no ver irregularidad alguna en Venezuela, intentó y logró hacerla descarrilar. Su representante se ausentó de la votación. A EE.UU. y sus socios les faltó sólo un voto para aprobarla.

El resultado provocó frustración. Sobre todo, entre los cancilleres de Argentina y Perú, que estaban presentes. «No aceptemos esta farsa, debemos ser capaces de distinguir entre el bien y el mal», dijo la ministra de Exteriores argentina, Diana Mondino, dirigiéndose a todos los presentes y preguntándoles: «¿Ustedes ven lo que está sucediendo?». La enviada de Javier Milei pidió a la comunidad americana dejar de lado las ingenuidades. «Hubo fraude», afirmó. «Sé que suena duro, pero fue así, hubo fraude en las elecciones de Venezuela».

Con similar indignación se pronunció el canciller peruano, Javier González-Olaechea, quien dijo que «abstenerse es en el fondo no tener la suficiente voluntad de expresar que están a favor de la verificación de los votos que asignan en teoría la victoria al señor Maduro». Añadió que esas abstenciones y ausencias merman la confianza en la democracia en todo el continente americano, e instó a todos los países miembros a actuar de forma conjunta para que Maduro revele las actas.

En Brasil, Lula se enfrenta a una gran presión interna para que reconozca la victoria de Maduro, sobre todo después de que su partido así lo haya hecho, informa Verónica Goyzueta. El dictador ha solicitado conversar con el presidente brasileño, que también está en contacto con Gustavo Petro, de Colombia, y López Obrador, en México. Todos, excepto este último, han pedido a Maduro que haga públicas las actas.